Tú y yo somos tres

Candidato "bajito, gordito, calvo y gay"

Ferran Monegal

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Fantástico periplo televisivo el de <strong>Miquel Iceta</strong>. Ha protagonizado una semana completísima. Le he visto en 'Preguntes freqüents', en 'El objetivo', en 'Mi casa es la tuya', en 'Al rojo vivo', y juraría que en más sitios que no he podido controlar todavía. ¡Ahh! Este político tiene la virtud de que deja siempre un rastro de simpatía. Ajeno a cualquier atisbo de ofensa, malos modos o insultos hacia sus adversarios, maneja el verbo con una ironía exquisita. Es un arte raro el suyo entre la clase política.

En 'Preguntes freqüents' (TV-3) a Ricard Ustrell se le ocurrió preguntarle si, en caso de que llegue a 'president', cerraría TV-3. Iceta contestó: "No, cerrarla no. Pero tendremos que comenzar a preguntarnos cómo la pagamos". Y el presentador, cogiendo carrerilla, añadió: "¡Ah! Usted entonces es partidario de los recortes. Recortes en sanidad, en educacion...". Y en ese instante, Iceta miró a Ustrell con una enorme ternura y le contestó: "Pues mire, seguramente para evitar tener que recortar más en sanidad, en educación y en otros servicios...", y dejó la frase ahí.

¡Ah! No quiso rematar a su entrevistador allí mismo. No quiso terminar diciéndole explicitamente una verdad como un puño: que en Catalunya se han recortado cantidad de servicios imprescindibles, menos la fabulosa maquinaria de TV-3 y la Corpo (CCMA), plantilla de casi 2.500 incluida. ¡Ah! Ya se lo dije. Iceta sabe disparar con elegancia. Hace diana. Y como lo elabora delicadamente y sin ruido, no te enteras hasta que te pones a pensar en lo que con tanta suavidad te ha colocado y te ha hecho fosfatina

Hace unas horas ha estado con <strong>Bertín</strong> ('Mi casa es la tuya', Tele 5). Fue extraordinario su relato de cómo llegó a candidato del PSC. Con una genial mordacidad sobre sí mismo, contó que él se iba proponiendo al partido, iba levantando el dedito, pero le decían que querían caras nuevas. Y así fueron quemando desde Pere Navarro hasta Núria Parlón. "Y como ya no les quedaba ninguno me dijeron: bueno, pues tú". Y añadió: "Nunca pensé que un tipo bajito, gordito, calvo y gay pudiera ser el candidato del partido". Bertín se partía de risa.

Pues resulta que este tipo bajito, calvo, gordo y gay logró frenar la debacle de su partido. Y ahora, de cara al día 21-D, es una voz, quizá la única, que habla sin abrazar el radicalismo, ni la venganza, ni el frontismo. Propone fraternidad y reconciliación. Una estimable rareza, sí.