Tráfico y contaminación

Cambio de mentalidad, menos coches y más salud

En algunos países con buen transporte público ir en coche por la ciudad es algo que hay que hacer a escondidas

Restricciones en la M-30 por contaminación

Restricciones en la M-30 por contaminación / periodico

MARIA RUBERT

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El coche, uno de los mejores  inventos del siglo XX, cambió nuestras vidas: hizo posible vivir cómodamente en el campo, mejoro las oportunidades de trabajo y ocio y construyó el suburbio. Durante años las ciudades se adaptaron al nuevo ingenio. Hoy, guste o no, estamos en proceso de rehabilitación. El coche no cabe en los centros urbanos. Son públicos los datos alarmantes de su impacto sobre el medio ambiente y  la salud.

Pero no es solo un tema de salud, sino de espacio. Hay actualmente nuevos vehículos que no existían en el siglo pasado: motos para personas con movilidad reducida, cochecitos, patinetes y patines, carros y, cómo no, bicicletas, autobuses, taxis, tranvías. Las calles han de adaptarse a las nuevas circunstancias  y eso significa que la mitad de los coches han de irse para dejar paso a todo lo demás. El coche debe quedarse quieto más tiempo. No hay espacio para tanto artilugio en movimiento.

Se han experimentado distintas estrategias para reducir el coche con resultados variables: una tasa a los vehículos que circulan como en Londres, tasas a los aparcamientos públicos y privados, impedir que circulen los vehículos que más contaminan, la prohibición de aparcar a los no residentes, limitar a ciertos vehículos según la matrícula. Medidas que tienen como objetivo mejorar la calidad del aire, disminuir el ruido y ampliar el espacio de las aceras y calzadas para actividades públicas.

Madrid limita la circulación de cochesMadrid limita la circulación, una medida que no tiene vuelta atrás. En Barcelona circulan por el centro más coches que en Madrid y a mayor velocidad. Eso lo hace más difícil todavía. En el Eixample, algunas calles tienen mayor circulación que ciertas carreteras regionales. Por un lado queremos desplazarnos rápidamente; por el otro, que calles y aceras sean espacios de convivencia. ¿Se imaginan que la velocidad del tranvía (y los nuevos tranvías que están por venir), del autobús (ampliado con las viejas líneas y más conductores) o del taxi,  fuera muy superior a la del coche y la moto en todas las calles?

EL USO DE LAS INFRAESTRUCTURAS

Las ciudades medias deberían también ponerse las pilas. No es lógico por ejemplo que se llegue a Girona o Reus con el AVE rapidísimo y sea difícil encontrar el autobús de enlace hacia la universidad. Es síntoma de cómo se usan esas infraestructuras. ¿No sería lógico organizar un sistema de transporte regular  -autobús, tranvía trolebús, lo que sea- y bien señalizado, como en su día fueron los carrilets FEVE- que enlazara las ciudades medias y evitara su dependencia total del coche? ¿Vamos a seguir destrozando el paisaje con carreteras que destruyen paisajes y aíslan el campo? Tenemos aquí una de las ratios de asfalto/año más altas de Europa.

En algunos países ir en coche por la ciudad o desplazarse entre ciudades en coche -si hay ferrocarril o autobús- es algo que hay que hacer a escondidas, sin comentarlo, porque da vergüenza. Bienvenidas tasas, clausura de párkings y limitación de vehículos. Hay múltiples síntomas de un cambio de mentalidad. ¿Vamos a ser de los últimos en aplicar medidas de consenso?