Cambiar el mundo

Change.org dice que más de 100 millones de personas de 196 países «están provocando cambios en su entorno». Provocan mucho ruido, eso sí

Los promotores de Change.org reparten coroquetas en la puerta de Leones del Congreso de los Diputados.

Los promotores de Change.org reparten coroquetas en la puerta de Leones del Congreso de los Diputados. / periodico

JOSEP MARIA FONALLERAS

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La plataforma Change.org integra a personas de todo el mundo que escriben una solicitud, esperan que esta demanda recoja una gran cantidad de firmas a favor y, en última instancia, confían en que el grito –más o menos sordo o indignado– sea escuchado por quien sea. La propaganda de la casa es un poco grandilocuente. Dice que más de 100 millones de personas de 196 países «están provocando cambios en su entorno». Provocan mucho ruido, eso sí.

Hay propuestas de todo tipo. Las serias, que abogan por una reivindicación cierta; las de coña, que se ríen del muerto y de quien lo vela; y las estrambóticas, donde vale de todo. Entre las primeras, por ejemplo, hay quien piden una casilla en la renta para tratar el cáncer, quienes luchan contra el desperdicio alimentario y quienes van contra la prescripción de los delitos de pederastia. Entre las segundas, hay una que quiere que «la Virgen del Coño Moreno» sea reconocida como patrona de las fuerzas de seguridad, y otra que exige que en las radios no suene tantas veces Despacito. Entre las terceras, que se evite la «larga agonía de los bogavantes y langostas en el BonPreu».

La mejor de todas es, por cierto, la que propone que se elimine del Change.org una solicitud al Change.org (una broma, de hecho) que solicitaba que se perdonara la deuda fiscal a Cristiano Ronaldo. Esta vez, la organización lo tendrá bastante fácil para elevar las peticiones a la autoridad correspondiente.