Se busca gobernador

En septiembre del 2012 apareció publicado en 'The Economist' un anuncio de búsqueda de candidatos para el puesto de gobernador del Banco de Inglaterra

El gobernador del Banco de Inglaterra muestra el billete.

El gobernador del Banco de Inglaterra muestra el billete.

OLGA GRAU

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En septiembre del 2012 apareció publicado en el prestigioso semanario británico The Economist un anuncio de búsqueda de candidatos para el puesto de gobernador del Banco de Inglaterra. Al futuro sustituto de Mervyn King se le pedían cosas como que acreditara capacidad de liderar, influir y gestionar el cambio en el banco, que tuviera conocimientos de mercados financieros, y poseyera una integridad profesional y personal fuera de duda. 

Finalmente, el elegido fue el canadiense Mark Carney de 47 años, exgobernador del Banco de Canadá, que se convirtió en el primer no británico al frente de la poderosa institución, con un sueldo anual de 305.000 libras. Uno de los puntos que pesó en la elección de Carney fue la resiliencia con la que el sistema bancario canadiense hizo frente  a la crisis financiera internacional.

Los candidatos fueron seleccionados y entrevistados por un panel de expertos. El elegido pasó luego por el filtro del entonces ministro de Economía, George Osborne, quien a su vez hizo llegar el nombre al que era primer ministro, David Cameron, quien a su vez trasmitió la elección a la Reina Isabel de Inglaterra que finalmente bendijo el nombramiento con toda la pompa. 

¿Se imaginan un anuncio pidiendo candidatos para relevar a Luis María Linde como gobernador del Banco de España cuando venza su mandato en el 2018?. La respuesta, lógicamente, es que no. España es una democracia joven con todos los vicios de una transición política complicada y una economía heredera de monopolios del Estado. Actualmente, los altos cargos del Banco de España, Competencia y CNMV son nombrados por el Gobierno a propuesta del Ministerio de Economía y recurrir a profesionales de prestigio españoles o extranjeros no es común. El Congreso es solo informado por el Ejecutivo sin posibilidad de veto. 

Durante décadas, los partidos políticos han tejido unos delicados equilibrios para repartirse los cargos en instituciones y reguladores. Es lo que se conoce como reglas no escritas que se cumplen, cuotas de poder y pactos de no agresión. Por eso es frecuente encontrar a exsecretarios de estado y exministros de uno u otro color en reguladores e instituciones de todo tipo. Los políticos son conscientes de que el bien común exigiría nombrar a los más capacitados, pero la desconfianza les impulsa a primar la relación personal sobre la cualificación. Creen que de esta manera se aseguran el triunfo de su ideología al contar con afines a sus políticas. De hecho, los políticos se sienten más cómodos cuando nombran a personas que comparten su concepción del mundo y de la vida o con los que han trabajado a gusto en el pasado. 

La independencia de los reguladores es básica en una democracia. Por eso es tan importante la selección objetiva y transparente de los miembros de los organismos reguladores y fiscalizadores. Es difícil de decir qué decisión habría tomado un exgobernador del Banco de Canadá frente a la posible salida a bolsa de Bankia. Pero seguramente hubiera sido distinta a la que tomó Miguel Ángel Fernández OrdóñezMiguel Ángel Fernández Ordóñez.