Todos somos gais

No ser homosexual no debería ser un impedimento para una declaración identificativa con la condición de las víctimas

XAVIER BRU DE SALA

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Primero, todos fuimos Charlie, después todos fuimos y aún somos París, y Bruselas. Llevar los sentimientos de luto y proximidad hasta la identificación con las víctimas es un bonito acto de solidaridad. Siguiendo esta lógica emocional, deberíamos gritar 'Todos somos gais' como respuesta a la matanza de Orlando, reivindicada por el Estado Islámicomatanza de Orlando, a cargo de un fanático homófobo. La declaración del presidente Obama, según el cual "ante el odio y la violencia nos amaremos los unos a los otros", es un paso en esta dirección, pero se abstiene de llegar hasta el final: "Hoy, todos somos gais". Las afinadas antenas de Obama le habrán aconsejado no ir tan lejos. Retraimiento compartido con los medios que abrazan los valores más avanzados.

Si no ser dibujantes de un semanario satírico, y sobre todo no ser irreverentes con las religiones, no fue impedimento para apuntarse al famoso 'Todos somos Charlie', no compartir la condición de gay tampoco debería impedir proclamar 'Todos somos gais' como forma radical de solidaridad con las víctimas y de rechazo al fanatismo terrorista. O sea, que puedo ser Charlie, soy Charlie, pero no puedo ser gay porque no soy gay. Si la cultura y la política han encontrado fórmulas para minimizar la discriminación, todavía no ha llegado la hora de superar los prejuicios y las barreras que impiden borrar una más o menos sepultada estigmatización de esta diferencia. La fraternidad universal es una inclinación positiva de los seres humanos, pero un milagro así todavía no lo ha obrado.

Para avanzar, convendría participar del movimiento 'gay friendly', es decir interesarse por la cultura gay, compartir espacios y experiencias desde otras opciones. Es toda la sociedad que debe aumentar los niveles de comprensión y aprecio hacia el mundo gay. El cambio que va de la persecución y la condena al "ya se apañarán" fue extraordinario. Ahora, el objetivo es "ya nos apañaremos".