tú y yo somos tres

Brillante farsa, verdad oculta

FERRAN MONEGAL

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Cuando Jordi Évole destapó el pastel de su juego y nos alertó que el documental que habíamos visto era una farsa, una comedia (Operación Palace, La Sexta), volvieron a salir los ilustres actores que habían participado en aquel teatro y algunos de ellos nos lanzaron estimables advertencias. Jorge Verstrynge«Lo que hemos contado es falso pero... No totalmente falso»Alejandro Rojas Marcos«Esta ficción hace pensar... Porque no todo está claro»Andrés Mayayo«Del 23-F hay cosas que aún hoy son inexplicables»Joaquín Leguina: «La verdad de la mentira, como decía Vargas Llosa». Efectivamente. La brillante impostura documental de Évole, su cuidadísimo reportaje falso sobre el 23-F, fue absorbido por la audiencia (5,2 millones de espectadores, 23,9 % de share) por una razón de peso: 33 años después de aquel extraño golpe de Tejero, la versión oficial que sobre él se ha construido genera incredulidades y sospechas en la mayoría de ciudadanos que lo vivieron. El impacto televisivo de esta heterodoxa y pirandelliana comedia ha sido glorioso. El juego del engaño ha durado 50 minutos apenas. Los suficientes para que muchos lo hayan degustado con complicidad, y otros con irritación y cabreo. Algo similar ocurrió con aquel genial golpe del programa Camaleó (La 2, 1991), que advirtió de un golpe de estado en la URSS y de un atentado contra Gorbachov. La intolerancia de la época se cebó contra los responsables de aquella inocentada. Ahora los airados no piden la cabeza de Évole, pero intentan erosionarle hablando de descrédito. Es curioso, si Évole ha conseguido la complicidad de Gabilondo, Anasagasti, Verstrynge, Ansón, Mayor Zaragoza, Leguina, Mayayo, Alcaraz, Satrústegui, Bosch, Albajara, Rojas Marcos, Azkárraga, Garci y Ónega, hasta el punto de prestarse a hacer de actores y poner en pie la ficción, no parece que Évole haya perdido crédito precisamente. Ni sus notables cómplices tampoco.

OPERACIÓN DE GAULLE .- Esa misma noche Iker Jiménez (Cuarto milenio, Cuatro) también abordó los misterios del Tejerazo. Estaban con él Jesús Palacios, autor del libro 23-F: El Rey y su secreto, y el excoronel Juan A. Rando. Ambos tienen pruebas de que fue el CESID quien preparó el golpe de opereta, para que el otro, el de verdad, no prosperase. Lo llamaron Operación De Gaulle. ¡Ahh! La farsa de la Operación Palace, finalmente, quizá no sea del todo tan farsesca.