El boli de 4 colores de Pablo Iglesias

Prueba de agudeza visual. ¿Qué tienen en común, coleta al margen, las fotos de Pablo Iglesias durante su mitin en Barcelona y las de su entrevista con el director de EL PERIÓDICO, Enric Hernàndez? Premio para el sagaz lector que haya visto el bolígrafo Bic de cuatro colores, todo un homenaje a los que estudiamos la EGB, pero que también puede interpretarse como un resumen de la meteórica, aplastante y, para cada vez más partidos, irritante irrupción de Podemos en la convulsa escena política.

Cuatro colores, cuatro. Verde, azul, rojo y negro. No importa el orden, pero sí la función. Artilugio escolar muy práctico pero, recuérdenlo, las minas se atascaban muy fácilmente. Cuatro colores, uno para cada ocasión.Vamos de uno en uno.

Verde. De este color, Iglesias habla muy poquito, salvo cuando se refiere a los avida dollar que integran la casta. Ya saben, esos cuya «única patria es el dinero», parafraseando al líder de Podemos. En cambio, del verde ecologista bien poco oímos por parte de los cuadros de este movimiento que se gestó el 15-M.

Rojo pálido

Azul. El azul como diana, como objetivo de los ataques. Ese azul con el que se ha identificado el PP y al que torpedean sin pausa los cuadros de Podemos. Pero es el color con el que se escribe y con el que se firma. El color de la tradición y de la centralidad, a la que Iglesias sabe que no puede renunciar si, como dice una y otra vez, quiere ganar.

Rojo. El rojo intenso de los inicios está dando paso a un rojo cada vez más pálido. Un rojo que, en lo económico, quiere asustar menos que antes. Rojos, pero no demonios. Pero es el rojo también empleado para tachar a los rivales. Erosionadas, según todas las encuestas, Izquierda Unida e ICV, ahora le toca el turno, en virtud de ese ya descarado tránsito al centro político, al PSOE. Será el próximo en ser tachado.

El negro. El color del luto, el rigor y la austeridad, pero también el de los puntos oscuros, que los hay. Oscuridad ideológica, estratégica e, incluso, biográfica.

Se acerca la hora de la verdad. La hora de tomar decisiones y hablar claro. Iglesias deberá elegir entonces un boli de un solo color.