tú y yo somos tres

Un blíster entero de Lexatin

FERRAN MONEGAL

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El 29 y el 30 de noviembre han sido dos días de gran nerviosismo en Tele 5. El día 28 estaban empatados con el otro imperio, el de A-3 TV. Necesitaban subir una o dos décimas en su audiencia mensual, para acabar el mes siendo líderes. ¡Ahhh! Ante esta delicada situación, los tres cerebros que dirigen Tele 5, o sea, el gran mariscal de campo, Vasile, y sus generales de brigada, Villanueva Baltanás, decidieron lanzar una de sus clásicas ofensivas: basaron el ataque de fin de mes haciendo salir al ruedo del Deluxe a Rosa Benito, que llevaba casi dos meses de baja por intento de suicidio. ¡Ahh! La señora Benito cumplió con la misión a las mil maravillas. Salió compungida, lloró varias veces, contó sus miserias personales con una convicción muy sentida, y las criaturas que le acompañaban en el plató, con Jorge Javier Vázquez a la cabeza, le realizaron una impecable autopsia en vida: «Me tomé una caja entera de pastillas de Lexatin / ¿De una a una o todas de golpe, Rosa? / De golpe, de golpe. Las cogí, me tumbé en la cama, y las tomé de golpe / Rosa, Rosa, ¡un blíster de Lexatin!... Tengo aquí el informe médico. Lo voy a leer. Es muy duro ¡Estamos hablando de que te has querido quitar la vida! / Es que estaba muy mal, estaba atravesando una época muy mala, interiormente estaba hecha una mierda». Y así dos horas largas, casi tres, aderezadas con golpes de efecto muy bien incrustados, como la aparición de la gran star Belén Esteban en clave de suspense («¡Belén y Rosa vuelven a encontrarse! ¿Se ha enfriado su relación?») y, naturalmente, también el ponzoñoso tema de su reconciliación, o no, con su esposo Amador. Bien, un trabajo clásico de la telecontenedor, excelente en su escabrosa textura forense. Resultado: A-3 TV ha ganado noviembre con un 14,1 de share. Le ha sacado a T-5 una décima. ¡Ah! Supongo que hoy por la mañana habrá llanto y crujir de dientes en el imperio Mediaset. Y me temo que llorarán por haber perdido noviembre. Si es así, cometerán un grave error.

Por lo que deberían llorar es por la tremenda y frágil realidad de su imperio: todo su inmenso Titanic audiovisual, todo su colosal y ciclópeo tinglado televisivo, resulta que se basa en las vísceras que puedan ir extirpando a dos señoras: Rosa Benito Belén Esteban. Y el problema es que estas damas llevan prestándose a estas pensionadas autopsias tantos años, tanto tiempo, que la audiencia comienza a dar síntomas de absoluto hartazgo y agotamiento.