tú y yo somos tres

'La batracomiomaquia'

FERRAN MONEGAL

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Momento histórico, rocambolesca casualidad, la que acaban de conformar las dos grandes cadenas privadas (A-3 TV y T-5) al enfrentarse entre sí con sus programas Splash! Famosos al agua y Gran Hermano. Esta batalla, sin ellos pretenderlo, entronca por la vía del cachondeo más despendolado con el clasicismo helénico de Pigres de Halicarnaso, cuando escribió La batracomiomaquia, ópera bufa y divertidísima sátira que cambió a los contendientes de La Ilíada de Homero, y en lugar de atenienses contra troyanos los transformó en ratones contra ranas. O sea, que ahora, más de 2.000 años después, resulta que la tele, sin saberlo, regresa a la misma y cómica batalla: los ratoncitos de la ratomaquia de Merceditas Milà contra los batracios (las ranas) de Splash! Es fantástico.

LAS RANAS .- Han sido los vencedores indiscutibles de esta batalla. Su estrategia de combate, divertida, inofensiva y extravagante, ha consistido en buscar criaturas del famoseo mediático y lanzarlas al agua desde alturas considerables. El gran golpe ha sido ver a Falete embutido en un bañador de topos y volantes subiendo a una plataforma a cinco metros del agua, y lanzarse. ¡Ahh! El acierto del programa ha sido transformar lo grotesco y estrambótico en un show desternillante. La composición del cuadro de bañistas que han contratado es básica. Junto a Falete o Toñi Salazar -y la semana que viene Jesulín de Ubrique, y luego Carmen Lomana- han incrustado también gloriosos cuerpos que nos mueven hacia un sentimiento distinto de la chirigota y el despiporren: la juncal Daniela Blume, el hercúleo Gervasio de Ferr, y próximamente hasta Darek, son ingredientes que despiertan morbos distintos al de la comicidad o el disparate. O sea, que el programa ha tomado buena nota de las claves del éxito de ¡Mira quién baila!

LOS RATONCITOS .- Han sido arrasados por las ranas. La estrategia de Merceditas ha sido atacar con la tortura. Ha metido en la jaula a Eva, la novia del concursante Danny, y les ha ordenado a ambos que deben aparentar que no se conocen de nada. Finalidad: que otro ratoncito se arrime a Eva, y se monte un cacao de celos -y si es posible de cornamenta- que provoque una lucha brutal. Es la inducción al canibalismo entre los pobres enjaulados. Llevan 14 ediciones practicándolo. Demasiados años con la misma martingala.