Recomposición del escenario

ORIOL BARTOMEUS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La última encuesta publicada por El Periódico nos proporciona una visión muy esclarecedora del panorama electoral en España después de la investidura fallida de Pedro Sánchez. El trabajo de campo, realizado pocos días después del debate parlamentario, recoge el ambiente que éste ha dejado, y nos ayuda a hacernos una idea muy clara de los parámetros en los que se mueve la política, entre las negociaciones para intentar una nueva investidura i la espada de Damocles de una nueva convocatoria electoral. Estos parámetros nos devuelven una imagen que no acaba de concordar con algunas de las ideas que han ido circulando por los medios de comunicación, algunas claramente deudoras de las estrategias partidistas.

En primer lugar, la encuesta realizada por Gesop demuestra que unas nuevas elecciones no van a modificar sustancialmente el panorama político y parlamentario español. Es decir, que el pluralismo ha venido para quedarse y que unas nuevas elecciones no van a devolvernos a la situación previa al ciclo electoral de 2014-2015. Ni Podemos ni C’s son un suflé, sino que cuentan con apoyos sólidos entre la ciudadanía. Esta idea la refuerzan todas las encuestas publicadas que, escaño arriba escaño abajo, coinciden con la estimación hecha por Gesop.

La mayoría de las encuestas pronostican un descenso del voto al PP y a Podemos, los dos partidos que votaron no a la investidura del líder del PSOE, mientras que C’s mejoriaría su resultado del 20D, y según dos de las previsiones (El Pais i la cadena SER) superaría a Podemos como tercera fuerza. Por su parte, todos los institutos demoscópicos (menos Gad3 para ABC) coinciden en suponer a IU un incremento significativo de su resultado de Diciembre.

Parece que las encuestas presentan un impacto evidente del debate de investidura, ya que prácticamente en todos los casos los partidos que han apostado por el pacto y el acuerdo (C’s y IU, en contraste con Podemos) mejoran resultados, mientras que las fuerzas reacias al pacto (PP y Podemos) son castigadas.

Esto nos lleva a algunas consideraciones. La primera se refiere al mantenimiento de estas estimaciones en el tiempo, o lo que es lo mismo, al interrogante sobre si estos datos reflejan realmente una prospectiva electoral o simplemente son una manifestación de simpatía en función del papel que las diferentes fuerzas han jugado en el intento de investidura de Sánchez. Es decir, si lo que observamos es realmente un cambio de voto o la reacción al debate, cosa que no quiere decir que en caso de volverse a celebrar elecciones el panorama resultante sea este y no otro. Por ejemplo, no podemos estar muy seguros que en caso de una nueva convocatoria electoral la manifestación de apoyo hacia IU que recogen las encuestas se acabe traduciendo efectivamente en un voto hacia esta formación.

Este es un elemento inevitable en cualquier encuesta, puesto que la proyección a futuro de los datos recogidos en un momento concreto (y en un momento como éste, justo después de la investidura fallida) es un ejercicio difícil. Más si se tiene en cuenta que es probable que algunos elementos fundamentales del escenario político podrían cambiar de aquí a la celebración de unas nuevas elecciones en Junio. Por citar sólo un ejemplo, el PP podría acudir a estas elecciones con un nuevo candidato, lo cual posiblemente modificaría los equilibrios entre el electorado de centro y centroderecha, impactando directamente en la correlación de fuerzas entre populares y C’s.

Dicho esto, las encuestas nos permiten en cualquier caso analizar los movimientos en los espacios electorales de cada fuerza a raíz del debate de investidura, de manera que nos dan pistas sobre las reacciones de los electores respecto de las acciones de los diferentes partidos.

C’s aparece como el más beneficiado del debate, según los datos del sondeo de Gesop. Su posición intermedia como aliado del PSOE y enlace entre éste y el PP le ha abierto las puertas a su derecha y a su izquierda, dos espacios que concentran una gran cantidad de electores. Por la derecha, los de Rivera sumarían cerca de cuatrocientos mil votos, aunque una parte de su voto se vaya al PP, posiblemente por el apoyo de C’s al PSOE. Esta pérdida en cualquier caso la compensan por un trasvase masivo de voto popular (más de seiscientos mil votos). Est contingente podría corresponder con el voto perdido por C’s en el último tramo de la campaña, lo que situaría a los de Rivera en una posición similar a la de Noviembre, cuando le disputaban la segunda plaza a los socialistas.

Por el lado izquierdo es por donde C’s consigue sus mejores números, ya que el trasvase de más de medio millón de votos desde el PSOE es neto y no parece corresponderse a un retorno de antiguos votantes. Parecería evidente que el pacto con los socialistas ha abierto la puerta del centroizquierda a Rivera. Está por ver si este trasvase se mantiene, igual que el del lado derecho, en el fragor de una nueva campaña electoral.

El otro gran beneficiado según el sondeo de Gesop es IU, que se beneficia de un movimiento de más de un millón de votos que cambian su voto entre las tres fuerzas de la izquierda. IU consigue atraer a cerca de medio millón de votantes de Podemos, sin prácticamente cederle ni uno de los suyos. También consigue arañar doscientos mil votos del PSOE. Parece evidente que los de Garzón sacan rédito de su posición como enlace entre Podemos y los socialistas para forjar un pacto de izquierdas. Ahora bien, parte del voto conseguido por IU, sobretodo el trasvasado por Podemos, no es sino un voto retornado, es decir aquel voto de IU que el 20D apostó por los de Pablo Iglesias como voto útil de la izquierda. Queda en el aire si este mecanismo de utilidad no se volvería a poner en marcha en una nueva convocatoria electoral (sobre todo teniendo en cuenta las dificultades de IU para convertir su apoyo en escaños).

Posiblemente el aspecto más interesante del post-debate está en la relación entre Podemos y PSOE, en el sentido de ver quién se ha beneficiado o a quién ha perjudicado la investidura fallida de Sánchez. Los resultados arrojan una imagen muy interesante, ya que si bien es cierto que una parte del voto a Podemos se ha trasvasado al PSOE (más de cuatrocientos mil), también lo es que una parte del voto socialista ahora votaría por Podemos (más de doscientos mil). Es decir, ciertamente el voto negativo de los de Pablo Iglesias les parece haber pasado factura, pero también le ha pasado factura al PSOE su alianza con C’s. El resultado es claramente favorable a los socialistas (el saldo es favorable al PSOE en casi doscientos mil votos), pero no les compensa para nada la fuga enorme hacia C’s (el saldo total para el PSOE es negativo en más de cuatrocientos mil votos). Ni tampoco la fuga de apoyos de Podemos recala mayoritariamente en el PSOE (se divide entre éste e IU al cincuenta por ciento).

Así pues, parecería que el debate de investidura ha situado a C’s en el centro del sistema, con capacidad de recuperar un voto que le había mostrado simpatía antes del 20D pero que había acabado votando al PP, y otro voto nuevo proveniente del PSOE, que es el que podría habilitarle para llegar a la tercera plaza, desplazando a Podemos. Por otro lado, parecería que el debate ha recompuesto el espacio de la izquierda, con una merma del apoyo a Podemos, que se divide a partes iguales entre IU y PSOE, que en parte es electorado retornado a antiguas fidelidades, pero al mismo tiempo con un nuevo trasvase de voto de los socialistas a Podemos, posiblemente descontento con el pacto de Sánchez con C’s.

A falta de conocer los posibles movimientos de aquí a las posibles elecciones del 26 de Junio, la conclusión que se puede sacar de este sondeo es que existe una importante cantidad de voto móvil, susceptible de cambiar. Son prácticamente un millón en el centro y centroderecha, seiscientos mil en el centro y el centroizquierda y casi un millón y medio en la izquierda. C’s e IU, gracias a su papel en el debate de investidura, son sus actuales depositantes, pero nadie puede asegurar que se queden ahí. En cualquier caso, los partidos intentaran atraerse este voto en los próximos meses.