Editorial

El Barça jugará la final en casa

El gigantesco aforo del Camp Nou ha acabado siendo un argumento definitivo y hasta suficiente también para el club vasco

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Finalmente el Camp Nou será la sede de la final de la Copa del Rey que disputarán el próximo 30 de mayo el Barça y el Athletic. De nada ha servido que los dos clubs presentaran a la Federación Española de Fútbol su aspiración conjunta a que fuera el Santiago Bernabéu el escenario de un partido que requiere una gran capacidad y que, en el caso de Madrid, ofrecía muchas facilidades de traslado a las dos aficiones finalistas. La negativa del club de Florentino Pérez, más la polémica extradeportiva de la pitada al himno y al Rey en la Castellana, han descartado la que a priori resultaba mejor opción para Barça y Athletic.

Aunque nunca fue desestimada, la victoria de la candidatura del Camp Nou no deja de sorprender. El propio presidente del club, Josep Maria Bartomeu, se había mostrado contrario a ella «por no faltar el respeto al rival». Sin embargo, el gigantesco aforo del estadio barcelonista ha acabado siendo un argumento definitivo y hasta suficiente también para el club vasco, que contará con la mitad de las entradas para sus seguidores.

Que uno de los dos contendientes juegue en casapuede diluir la magia de un partido que tradicionalmente constituye una gran fiesta asociada a masivos desplazamientos de los aficionados, que en este caso solo disfrutarán los vascos. En lo deportivo, la final puede ser un partido trampa para los azulgranas, que jugarán en un escenario harto conocido y por ello peligroso. Y no solo porque suenen pitos en los prolegómenos.