El Barça exhibe su carácter campeón

Cuatro días después de una dolorosa eliminación en la Champions, el Barça recuperó cual ave fénix su mejor espíritu competitivo, y lo hizo de la mejor forma posible: con la épica que supone marcar un gol en el último suspiro en el campo de su máximo rival y en un partido nuevamente excelso de Leo Messi. El equipo de Luis Enrique, que asesta un doloroso golpe anímico a los blancos, se aferra así a la posibilidad de renovar el título de Liga. Los azulgranas siguen dependiendo, es cierto, de lo que haga el Madrid, pero la derrota de ayer sembrará de dudas el vestuario blanco, que ahora debe afrontar además una espinosa eliminatoria de Champions.

Al Barça le quedan cinco partidos por jugar y a su rival, seis, por el que tiene aplazado contra el Celta. El Barça será campeón si los gana todos y el Madrid pierde uno o empata dos. No es una tarea fácil, pero los azulgranas ya demostraron la pasada temporada su fiabilidad en situación límite. Después de tres derrotas consecutivas, firmaron una inmaculada racha de cinco triunfos que hizo estéril la presión de los rivales. Al Barça hay que pedirle que lo intente mientras queden esperanzas en la Liga. Para un equipo que ganó el triplete hace dos años y el doblete y el Mundial de clubs la pasada temporada, cerrar el ejercicio con la única opción de la Copa se revela como un bagaje insuficiente. Mientras la Liga siga a tiro debe pelear por lograr un objetivo que, con el carácter de campeón demostrado anoche, está ahora más cerca.