INTANGIBLES

Autoconsumo eléctrico... para ricos

Eduardo Martínez Abascal

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Una de las modas recientes dentro del amplio mundo de las energías sostenibles, limpias, etcétera, es el autoconsumo, que mejor deberíamos llamar autoproducción. En teoría la cosa es sencilla: uno se compra sus placas solares y ya tienes tu electricidad limpia y no tienes que pagar la factura de la luz. En teoría es un chollo, te ahorras pasta y además eres ciudadano responsable que usa energías limpias.

La realidad es bastante diferente. En primer lugar, la energía solar producida en casa es muy cara, en torno a tres y cuatro veces el coste de producirla en una central eléctrica. Esto es de sentido común, una gran central eléctrica producirá más y más barato que un montón de individuos cada uno con su pequeño generador doméstico. Es lo mismo que una gran fábrica de automóviles, tipo SEAT o  Toyota, que produce más y más barato que cien talleres haciendo coches. Ir en otra dirección es caminar en sentido contrario al progreso, por muy bucólico-pastoril que suene la idea de que cada uno tenga su propia independencia energética (el molino de agua al lado de casa como en Heidi).

Otro factor clave de la autoproducción es que requiere una inversión que la mayoría de la gente normal no puede hacer. Unos 10.000 euros para una vivienda promedio. Pero es que el ciudadano español promedio se lleva al bolsillo apenas 900€/mes después de impuestos y no puede invertir 10.000€ en las placas solares. Por esto digo que lo de la autoproducción está de moda pero sólo para los ricos y esnobs, el mundo de Hollywood y tal, que se pueden permitir el lujo de gastar el dinero en estas cosas porque les sobra. Es el mismo fenómeno que el ahora famoso coche eléctrico Tesla, que solo los ricos pueden pagar (cada uno cuesta en la actualidad desde 66.659 euros, lo que un Mercedes) pero que queda muy bien pues pasas a ser “ecológicamente responsable”.

Por último, el recibo de la luz lleva otros costes distintos del coste del kilovatio: subvenciones a las fotovoltaicas, coste de mantenimiento de la red eléctrica, y otros.Si los ricos se desconectan del sistema, estarían recibiendo una subvención injusta y sobre todo, la sufrida clase media tendríamos que pagar más todavía, pues el coste se divide entre menos “paganos”.

Ciertamente el mundo es libre, y si alguien quiere ponerse sus paneles solares adelante. Pero que pague por el uso de la red igual que pagamos los demás, y nada de privilegios ni subvenciones.

Como la cosa se ha puesto de moda, ahora muchos partidos políticos se montan al carro prometiendo ventajas a la energía autoproducida. Esperemos que esos partidos si llegan al poder, miren la realidad del asunto y la experiencia de otros países, antes de lanzarse a legislar cosas que solo favorecerán a unos pocos, los que se puedan pagar los paneles, en detrimento de la mayoría. No volvamos a cometer el error de las subvenciones a las fotovoltaicas que solo enriquecieron a unos pocos y cuya factura pagamos todos los ciudadanos en el recibo de la luz que ha subido un 70% en 6 años en su buena parte por las dichosas fotovoltaicas.