Geometría variable

Atención a las europeas

JOAN TAPIA

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Las elecciones europeas en España acostumbran a tener una alta abstención (56% en el 2009) y son siempre favorables al voto de protesta porque, gane quien gane, el Gobierno central no cambia de manos. En el 2009 ganó el PP al PSOE por poco cuando en las generales de un año antes había ganado el PSOE (sin mayoría absoluta). Y hace mas años el voto de protesta a José María Ruiz-Mateos (tres diputados a costa de AP) destrozó el planeado liderazgo de Marcelino Oreja sobre los conservadores.

Este 25 de mayo las elecciones tendrán mas enjundia. Primero porque el resultado será relevante (por los nuevos tratados europeos) en la elección parlamentaria del presidente de la Comisión, del jefe del embrión de un gobierno europeo. Los socialistas ya tienen candidato (bueno), el alemán Martín Schultz. Los populares lo elegirán a primeros de marzo. Se habla del luxemburgués Jean-Claude Junker, un europeísta que no siempre se ha llevado bien con Angela Merkel, e incluso de Cristhine Lagarde, la directora del FMI. Puede que los ciudadanos europeos, al ver que su voto va a pesar (que la Comisión de Bruselas no va a seguir saliendo sólo de un pacto entre gobiernos) vayan mas a las urnas. Y preocupa bastante el alza de la extrema derecha que parece estar atrayendo el voto de protesta contra los partidos establecidos y poco exitosos -salvo en Alemania- al enfrentarse a la crisis. En Francia y Gran Bretaña hay sondeos que dan como primera fuerza al Frente Nacional de Marine Le Pen y al UKIP, que quiere que Gran Bretaña salga de la UE.

En España las elecciones son mas importantes que otras veces. Mariano Rajoy cree que si gana no tendrá problemas internos de liderazgo planteados por José María Aznar Esperanza Aguirre e iniciará bien la segunda parte de la legislatura. Pero le preocupa que los votos derechistas a Vox, o a UPyD, o a Ciutadans, le hagan llegar detrás de los socialistas.  Que se repita algo del fenómeno Ruiz Mateos. En ese caso (y hay encuestas que lo predicen), la designación de candidatos para Madrid y Valencia (que el PP puede perder) en las autonómicas del 2015 sería un martirio y un Alfredo Rubalcaba envalentonado, buen profesional y enfundado en las banderas de la tolerancia y la libertad frente al oscurantismo del PP (ahí está el error del aborto de Alberto Ruiz-Gallardón que no gusta ni al centro ni a los barones regionales populares) puede morder.

Por el contrario, la derrota socialista liquidaría a Rubalcaba y podría sumir al PSOE en una crisis profunda ya que los candidatos que se perfilan para las primarias tienen poco oficio y parecen no tener tampoco la capacidad de movilizar a la izquierda que (gracias al error de Aznar con la guerra de Irak) tuvo Zapatero en el 2004. Tanto Rajoy como Rubalcaba se juegan bastante el 25-M.

Y los resultados también serán relevantes en Catalunya. En el 2009 ganó de calle el PSC con 701.000 votos, seguido de CiU (439.00), PP (342.000), ERC (180.000) y ICV-EUiA (119.000). Si vuelven a ganar los socialistas con el joven Javier López (elegido en primarias), Pere Navarro se emborracha aquella noche (posibilidad que todavía parece mas remota que la victoria) y Artur Mas muere de infarto en el Pati dels Tarongers.

Pistas plebiscitarias

Si CiU o ERC llegan en primera posición será una victoria clara del independentismo. Pero no es lo mismo que gane CiU, que quería una lista única nacionalista porque teme ser superada y tiene muy serios problemas de candidatura, o que ERC se configure como el primer partido catalán. Y también habrá que comparar los votos del eje CiU-ERC frente a la suma dispersa de socialistas, populares y Ciutadans. Puede dar una pista sobre unas futuras plebiscitarias.