"Para vivir hace falta vivir... Creo que no deberíamos olvidarlo"

El director y guionista escribe para 'Dominical' un artículo sobre el optimismo. Parte de cuatro personajes de su nuevo libro, 'Brújulas que buscan sonrisas perdidas'

Artículo del Extra Optimismo del Dominical  del 17 de marzo de 2013

Artículo del Extra Optimismo del Dominical del 17 de marzo de 2013 / JULIO CARBÓ

Albert Espinosa

Albert Espinosa

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Me piden que escriba un artículo sobre el optimismo justo cuando faltan cuatro días exactos para que salga mi cuarto libro, 'Brújulas que buscan sonrisas pérdidas' (Grijalbo). Y esa doble casualidad me hace feliz. Por eso decido que ese número cuatro que me ha llevado hasta vosotros esté en todo este artículo.

Yo no podría hablaros del optimismo, me sentiría extraño haciéndolo en primera persona, así que dejaré que sean mis personajes, las palabras de mi último libro, quienes lo hagan. De otra manera, no sabría cómo comunicar ese sentimiento extraño que es el optimismo. Y por eso comienzo el artículo con la primera frase de la novela: “Para vivir, hace falta vivir... Creo que no deberíamos olvidarlo”. No la pronuncio yo, sino el personaje principal, Ekaitz, un chico con una vida complicada, que busca segundas oportunidades y ser feliz. Pero os puedo asegurar que estoy totalmente de acuerdo con esa sentencia.

Creo que a veces nos olvidamos de que para vivir hace falta algo tan sencillo como vivir. Y para ser optimista, hace falta creer en el optimismo. Una de mis frases favoritas, que aprendí cuando estuve en el hospital, fue: “Cree en los sueños y ellos se crearán”. El hombre de 90 años que me la enseñó me hizo ver que el creer y el crear son dos palabras que se parecen tanto porque están a una sola letra de distancia. “Si crees se crea. Es automático”, decía.

Yo creo en la suerte, en las casualidades y en la ternura. No sé si soy un optimista, creo que soy realista. Me gusta lo que te da la vida, pero me apasiona lo que te la quita. Siempre he creído que cualquier pérdida puede ser una ganancia si haces el duelo suficiente... Perdí pierna, pulmón y un trozo de hígado pero gané muñones, formas extrañas de respirar y un hígado con forma de estrella. Y es que el trozo que me extrajeron tenía esta forma y, debido a esa pérdida extraña, siempre he sentido que llevo un sheriff dentro.

Yo diría que el humor es clave en el optimismo. Es la gran arma que alguien nos depositó para que los momentos difíciles queden salpicados de felicidad. Recuerdo que una mujer que rondaba la ochentena y que siempre reía a carcajadas, me enseñó: “Que no es triste morir, lo que es triste es no vivir intensamente”. Siempre he creído en ella, tenía una energía especial.

Pero vayamos al optimismo. Las cuatro claves que creo que contienen esa energía. Antes que nada os he decir que yo creo que el optimismo es plural y no singular. Depende de muchos factores y no de uno solo. Por eso os he comentado anteriormente que en lugar de ser yo quien os los explique, apuesto por los personajes de mi última novela. Cuatro trozos extraídos de la novela que creo que le darán ese tono plural que requiere este tema tan singular. Y es que las cuatro mujeres que acompañan al protagonista de 'Brújulas...' tienen un optimismo que rebosa felicidad. Ahí van esos cuatro retazos de optimismo.

1. "Mi madre inspiraba recuerdos... sobre todo olores de verano. Decía que albergaba olores de verano para combatir el invierno. Por eso, cuando nos pasaba algo bueno, me tocaba la nuca y me decía: `Inspira este recuerdo... Almacénalo para el invierno".

Me gusta la madre del protagonista. Creo que la base de ser optimista es saber que siempre has de rescatar las pequeñas cosas buenas e implantarlas en los momentos difíciles. No siempre lo bueno está en el momento actual sino en el pasado y como ese pasado tiene su sentido en el futuro. Yo hago como la madre. En verano inspiro los recuerdos y algunas noches de invierno los expiro y el optimismo fluye.

2. "Nunca preguntes por qué. Los porqués no existen. Solo te conducen a la tristeza y te hacen caer en el pozo. La gente no actúa con normalidad. Sus resortes muchas veces no tienen sentido. Y si uno no se comprende a sí mismo, ¿cómo va a comprender a los demás?".

La novia del hermano del protagonista opina cosas en las que siempre he creído... Yo jamás me he preguntado mucho por qué. Adoro esta frase: “Cuando crees que conoces todas las respuestas, llega el universo y te cambia todas las preguntas”. ¿Por qué ir en contra del universo? Aceptar es parte de ese optimismo. Todo lo malo traerá algo bueno.

3. "Acaricia fuerte al caballo, si no no notará la caricia, tienen la piel dura...' Lo hice y pensé en la cantidad de humanos que tendría aquello en común con los caballos. Piel dura que necesita fuertes caricias”.

La hija del hermano le recomienda acariciar fuerte... Y yo diría que en las caricias y en los abrazos está la fuerza del optimismo. En la comunicación con los otros, en dejarte tocar y sentir, en buscar la energía de la otra persona... Y en comprender que no todos la sentimos igual, que algunos tienen la piel dura y otros demasiado a flor de piel. Encontrar el punto de cada persona forma parte de la vida, de lo que me hace feliz.

4. “Jamás nos mentiremos. Eso implica algo más que ser sincero... Las mentiras te rodean. Saber que existe un archipiélago de personas que siempre te dirán la verdad vale mucho... ¿Quieres formar parte de mi archipiélago de sinceridad?”.

La mujer del protagonista es mi personaje favorito. Tiene la fuerza de todas las personas honradas y buenas que he conocido en mi vida. Y la sinceridad para mí es la base de todo: del optimismo, del sentido de la vida y de la fuerza que hay en cada uno de nosotros. Y es que creo que los optimistas necesitan ser sinceros, con ellos y con el mundo. Necesitan caricias y abrazos. Necesitan no preguntarse muchos porqués. Y necesitan inspirar en los momentos buenos y expirar en los malos.

Quizá es una base complicada para explicar el optimismo, pero ya os he dicho que yo creo que es plural y no singular. Yo no sé mucho, me gusta escuchar y que mis personajes hablen por mí. Pero si no os ha convencido o creéis en otras claves... adelante. Porque para mí todo está resumido en: “Para vivir, hace falta vivir...” Así que apuesta por tu forma de vida y ahí está parte de la felicidad y del optimismo.

Gracias por pasar parte del día en estas hojas. Gracias por darme tu energía y sentir tus ojos observando estas letras. De alguna manera, me has dado caricias, olores que inspirar, sinceridad y muchas respuestas que no necesitan ningún porqué. Y eso es vida.

* Este artículo fue publicado en el 'Dominical' del pasado 17 de marzo, dedicado íntegramente al optimismo.

El libro

Nuevo libro marca Espinosa: hay que pararse a pensar ya desde el título. 'Brújulas que buscan sonrisas perdidas' (Ed. Grijalbo). Su cuarto libro (los tres anteriores han vendido más de un millón de ejemplares). El escri-actor vuelve a la ficción: 236 páginas de segundas oportunidades. Es una novela que se recomienda leer con un fosforito cerca. Albert Espinosa. Director, guionista, actor. Ingeniero industrial. Adicto a las listas. Todo lo que toca se hace de oro. Último ejemplo práctico: 'Polseres vermelles' (TV-3, A-3). La productora de Spielberg ha adquirido los derechos.