Una película de corsarios, capos y presidentes imperiales

MERCHE NEGRO

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Hoy voy a tomármelo todo a risa.

Porque asistir a la comparecencia sobre el 'caso Palau' en el Parlament deArtur Mas tomándoselo en serio habría sido un tanto ingenuo por mi parte y una contraindicación para la salud mental del ciudadano medio.

Mucha expectación sí, mucha prensa acreditada y ninguna silla libre en la misma sala en la que ayer había eco al hablar de la ley de consultas. Lo digo porque en esa estaba yo, y un buen resfriado me llevé por el aire acondicionado asesino. “Es que esto está preparado para señores con corbata, no para los que venís vestidos como de un Occupy” me dijeron ayer entre risas. Pues nada oye, sonrisa elegante y a seguir... Pero hoy no pintaba que hiciera frío, se veía claro que el termómetro estaba quemando ahí dentro.

Parecía por un momento que iban a salir los One Direction a cantarnos su último hit “The Best Song Ever”, de tantos fotógrafos que pululaban por los pasillos. No digo una burrada: la política cada día se acerca más al `show business”: Mucho de show y aún más de business, que de esto se trataba hoy. Ays.

Bien, a las 11:05 ha salido un hombre con un pelazo pero no era de aquellos jovenzuelos ingleses. Era el molt-gran-big-best-ever-aquí-sí-honorable Artur Mas.

Y mira, que os resumo rápido y eso que ya os lo sabéis: Que no tengo a ningún imputado en casa (por este caso, debió añadir), que estamos al final de la etapa de instrucción (previo a sentencia, pero vaya, que la fecha de la comparecencia la ha decidido él: chico listo), que si el proceso acaba como yo no creo que acabe, que si, que si, que si... se devolvería el dinero y yo miraré si realmente, hay algunos que todavía pueda tener alguna... (...) en algún momento (...) algo que pueda derivar en responsabilidad política ...(...) entonces... (...). Ya aburrido ha culminado: “En un momento determinado, pasan cosas en la vida”. Y ya está, qué mas decir. Solo quedaba colocarse el flequillo -un poquito más traslúcido que de costumbre, he de decir- y aguantar los ladridos.

No me hagáis que os cuente más, si es que no merece la pena. Hasta la brillantez retórica del 'president' -que la tiene-, ha palidecido hoy ante la vergüenza de la obviedad de su patético circunloquio. Eso sí, otra vez que le pongan un poco más de agua para que beba, que no se vosotros pero yo he sufrido con lo sonidos de su boca seca.

Va, turno de los grupos, bastante desiguales: Cuatro ausencias destacadas: Pere Navarro, Alicia Sánchez Camacho, Oriol Junqueras y David Fernández. Cada una por sus razones, supongo. Algunas más coherentes que otras, puede que funcionales. Claro que el bipartidismo hoy se ha ridiculizado colocando titulares en prensa: “Sánchez Camacho exigirá a Más” oescondiéndose para no tener que afrontar los pliegues sombríos propios como ha hecho Navarro, ante la cutrez de las últimas noticias de los espías Gotera y Otilio de Método 3.

De la ausencia de Oriol Junqueras si me permitís, no digo nada. Entre otras cosas porque parece que solo los cabeza de lista tienen peso suficiente como para enfrentarse a un día como este. Y oye, no me da la gana.

Pero dicho esto, de Oriol Junqueras y su ausencia hoy si me permitís, mejor no digo nada.

Vayamos con su sustitutaMarta Rovira hoy, leyendo y pidiendo acuerdos de transparencia, y una tímida pregunta sobre las medidas que CDC ha tomado para limpiar sus metodologías. ¿He dicho ya leyendo? También mirando al suelo cuando un sobrado 'president' ha retado a la platea a “presentar una moción de censura y ganarla”. Es lo que tiene ser socio-opositor de un gobierno liberal desde unas siglas que se definen de izquierdas. Creo que no ha levantado la mirada ni una sola vez en toda la mañana. Pero seré yo que tengo el día torcido.

Maurici Lucena de PSC ha intentado colocar titulares ingeniosos, algún concepto que francamente ya he olvidado. Sí me he quedado con el tono de decibelios 'high level' y los golpecitos a la mesa que debe ser, no sabe que se cuelan en el micro y molestan bastante. Reconozco que me ha sacado del amodorramiento el guante de fieltro que ha tirado a Mas sin avisar: “¡Prométame por su honor, que ninguna campaña electoral ha sido financiada con dinero del Palau!”. Se me han dilatado las pupilas esperando con ilusión que sacara el trabuco, o que se arrancara con un “Mi nombre es Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre...” ay, pero no. Era solo un intento de que los periodistas tomáramos nota. Pues aquí una que lo ha hecho, pero que se quedó bastante insatisfecha, Maurici.

Cuando hablabaEnric Millo por el PP (y no Alicia Sánchez Camacho que recuerdo, le iba a exigir a Mas no se qué cosa) me he distraído con una crisis materno-fiilal. Ya me perdonaréis pero algunas cosas son importantes. Aunque creo que no me he perdido nada, por lo que os he leído. Otro que seguía un texto escrito, con pánico en este caso a la obvia réplica y mención a Bárcenas. Menudo papelón, no quisiera yo.

No ha sido el único en citar al innombrable. “Imagínese, hablando del derecho a decidir usted, prisionero deMilletcon el prisionero deBárcenas”.Joan Herrera de ICV-EUiA ha sido el primero en enlazar los dos casos. Un tanto forzado pero no por ello menos cierto. Ha tenido un momento bastante gracioso, al preguntar a Más si no habrá sido una conjunción estelar lo que ha ocurrido en el Palau, no vayamos a estar todos aquí montando un pollo desmesurado por una alineación astrológica. Claro que la cosa pierde chispa después de escuchar unos cuantos datos como los que ha recordado primero él que poca gracia tienen, y después Albert Rivera de Ciutadans o Quim Arrufat de la CUP.

Han compartido también las referencias cinéfilas en sus intentos de provocar una respuesta satisfactoria... o una respuesta, a secas: “Millet y Montull no eran piratas, sino corsarios que trabajaban para ustedes” desde ICV-EUiA o ”Millet no era el capo de la banda, era colaborador” en Ciutadans. Piratas y mafiosos, Jack Sparrow y Tony Soprano sobrevolando la sala de comparecencias. Pero ni aún así. Mas lo máximo que ha reconocido es haberse reunido con MIllet antes de que reventara todo. Y luego ya no sabía nada, no le constaba nada.

Otra imagen fílmica, la escribo antes de que se me olvide, la del representante de CIUJordi Turull a la Guerra de las Galaxias defendiendo alCanciller Supremo Palpatine. Tremenda: “El Estado de bienestar entrará en una dimensión desconocida (¿dónde está mi espada láser...?) si se saltan la presunción de inocencia”.

“Reducir la responsabilidad al contable que era el que sabía como ha hecho Duran con el 'caso Pallarols', se está haciendo con Bárcenas y parece que están intentando ustedes da miedo: vaya impunidad tienen los tesoreros, ¿no?” Arrufat intentaba ridiculizar el argumentario del President-Canciller de la Generalitat-Imperio.

Si esperabais un análisis con datos, cifras, fechas de esta comparecencia por mi parte quizá os decepcione. Pero decepcionada estoy yo con la poca utilidad de eventos como este que es primo hermano de lo que ocurrirá mañana con Rajoy, me temo. No porque la herramienta no sirva, que para algo está. Es la desfachatez de quien comparece, la total impunidad de oratoria del que no tiene límite de tiempo para listar una justificación tras otra, un verbo condicional y otro, y otro, y otro, que nunca se convierte en futuro concreto o presente aún más urgente.

Una cosa seria sí diré, y también se ha escuchado en la sala: hoy no se dirimían responsabilidades jurídicas, y por mucho que desde CIU hayan intentado hacer ver que los grupos sometían hoy a un juicio sumarísimo a Artur Mas, ni la igualdad de trato entre defensa y acusación, ni la presunción de inocencia se han visto afectadas. Cualquier experto en derecho que haya visto (con paciencia) la comparecencia podrá concluir lo mismo.

Tampoco la idea principal era la devolución del dinero, y bien que lo han repetido como redención Artur Mas y su ayudante Darth-Turull (los turnos de palabra del grupo del compareciente empiezan a ser una aberración insolente). Que no, que hoy se exigían responsabilidades políticas.

Y esas, ni se las ve ni se las espera. Pero cómo me lo voy a tomar en serio.