IDEAS

La pierna que me duele

El solar donde se alzaba el teatro Novedades.

El solar donde se alzaba el teatro Novedades. / periodico

Josep Maria Pou

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"Que cada uno pene de lo suyo, pero la pierna que me duele es mía y es de esa que me quejo". Es esta una frase que aprendí hace años y que aparece, de manera automática, siempre que me encuentro en situaciones que la justifican. No conozco su origen. Diría que un día estuvo en boca de algún personaje de comedia decimonónica. De un drama rural, quizás. Lamento no conocer al autor, porque me gustaría citarle, como se hace en estos casos, con la introducción de rigor: "Como dijo fulano de tal...". Pero no puedo. Ni siquiera alcanzo a saber cómo, cuando y dónde se grabó tan a fuego en mi memoria. Estoy seguro de no haberla pronunciado nunca en un escenario. Ni de haberla estudiado a base de codos. Misterios de la mente: no recuerdo lo que cené anoche, pero de la frase en cuestión no se me olvidan ni las comillas. Es como si ella misma me hubiera escogido al azar y anidara en algún pliegue calentito del cerebro, acurrucada en el hipocampo o entre dos lóbulos temporales. Una frase okupa, en definitiva.

Donde hasta hace poco estaba el teatro Novedades, ya no hay nada 

Viene todo esto a cuento del solar que ví ayer al doblar la esquina de Casp con Passeig de Gràciadonde hasta hace poco estaba el teatro Novedades, ya no hay nadaeatro Novedades,. Digo teatro y alguno querrá rectificarme y llamarlo cine, que también. Teatro y cine, en épocas alternas, el Novedades fue historia de Barcelona desde 1869. Busco y leo que por su escenario pasaron Eleonora Duse, Enric Borrás, Hipólito Lázaro, Charlie Rivel y el mismísimo Frégoli. Y que se representó algo de Ibsen. Y mucho de Guimerá.

Mi memoria, más cercana, evoca dos musicales, 'A Little Night Music' y 'Full Monty', los dos con firma de Mario Gas. Y otro más, 'Cabaret', firmado por Savary en el año de los JJOO. Ahora ya no es sino otro hueco en la ciudad mellada. Otra cicatriz. Como la que desde hace años se muestra, vergonzante, en el solar del Paral·lel que ocupó el Talía de Martínez Soria.

En días de tanta cirujía histórica, en horas de tanto análisis histérico, a mí me duele esta pierna, que es la mía, y es de eso que me quejo.