MIRADOR

La paradoja socialista

Lo peor de Pedro Sánchez es su déficit de credibilidad debido a sus bandazos

Pedro Sánchez y Susana Díaz, el pasado mes de junio en Sevilla.

Pedro Sánchez y Susana Díaz, el pasado mes de junio en Sevilla. / periodico

José A. Sorolla

José A. Sorolla

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La paradoja que expresaba la encuesta del GESOP que publica este lunes EL PERIÓDICO (Pedro Sánchez es el preferido para dirigir el PSOE, pero la mayoría cree que ganará Susana Díaz) es la misma paradoja que vive el partido, donde el exsecretario general, con amplio respaldo en las bases, es ahora el 'outsider' apestado, mientras la presidenta andaluza gobierna ya la organización por gestora interpuesta.

El sondeo no deja lugar a dudas: Sánchez es el mejor valorado tanto entre la población general como entre los votantes del PSOE (con Susana Díaz en tercer lugar, detrás de Patxi López) y la mayoría de los consultados lo prefiere para encabezar el partido (36,2% en general y 49,5% entre los votantes socialistas). Díaz queda también en tercer lugar, con un escuálido 16% entre los votantes socialistas. Incluso en Andalucía, el exsecretario general aventaja a la presidenta de la Junta por medio punto. En el sondeo no se escrutan las preferencias de los militantes, pero, por otras encuestas y por la movilización en sus actos, sabemos que Sánchez es también el favorito entre las bases del partido, que son las llamadas a votar para elegir al secretario general.

Y sin embargo, una amplia mayoría, tanto de la población general (49,1%) como de los que se declaran votantes del PSOE (42,2%) opinan que Díaz se impondrá en las primarias, en caso de que se presente, claro. Sánchez se coloca en este apartado segundo a casi 30 puntos de la presidenta andaluza, ventaja que baja a la mitad entre el electorado socialista.

¿Cómo se explica tan resonante paradoja? Puede deberse a que la gente desconfía de las primarias y da más importancia a las maniobras del aparato del partido a la hora de preparar la elección, a que los consultados piensen que el tiempo de Sánchez ha pasado y es muy improbable el regreso del antiguo líder a la secretaría general, o a que estimen que al final la falta de credibilidad de Sánchez le pasará factura. Lo peor de Sánchez, en efecto, es su déficit de credibilidad debido a sus bandazos, que le han llevado de la derecha a la izquierda del partido, de envolverse en la bandera española gigante de sus mítines a defender un Estado plurinacional o de abominar del populismo a reconocer su error, una vez “derrocado”, y propugnar el pacto con Podemos.

En todo caso, como también refleja la encuesta, Sánchez se sitúa en el terreno de la mayoría al defender el acuerdo con Podemos para volver a gobernar. La población general (46,3%) y los votantes socialistas (51,9%) priorizan el diálogo entre la izquierda (PSOE y Podemos) a la estabilidad del Gobierno del PP. En cuanto al reconocimiento del Estado plurinacional, admitirlo sería una auténtica revolución en el PSOE, que nunca ha llegado hasta ahí, pero que debería hacerlo frente al inmovilismo y la ignorancia de barones como Emiliano García-Page, de Castilla-La Mancha, que estiman que reconocer la plurinacionalidad de España es convertirse en nacionalista. Incluso dejando bien patente, como hace el documento de Pedro Sánchez, que “la soberanía reside en el conjunto del pueblo español”.