IDEAS

Orwell y la justicia

Los libros de Thoreau y de Orwell siguen muy activos en el préstamo de nuestras bibliotecas y las razones no vienen de EEUU y Trump sino de España

El escritor George Orwell.

El escritor George Orwell. / periodico

Jordi Puntí

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Como me gusta usar las bibliotecas públicas, hace unas semanas fui a buscar un ejemplar del ensayo de H.D. Thoreau sobre la desobediencia civil. Se publicó en 1849 y empezaba con esa frase que hizo fortuna: “El mejor gobierno es el que gobierna menos”. Cuando consulté el archivo 'online', descubrí que casi todos los ejemplares que corrían por Catalunya, también de otros títulos de Thoreau, estaban en préstamo. Unos días después me ocurrió lo mismo con '1984', la novela distópica y profética de George Orwell. Ambos libros han recibido mucha atención desde que Donald Trump es presidente de los Estados Unidos, pensé, y el interés es lógico. Sobre todo en el caso de '1984', pues hay conexiones evidentes con algunos métodos del gobierno de Trump en cuanto a la manipulación de las noticias.

Los libros de Thoreau y Orwell siguen muy activos en el préstamo de nuestras bibliotecas y las razones no vienen de EEUU y Trump sino de España

Ayer viernes la curiosidad -y la indignación- me llevaron de nuevo al catálogo general y los busqué de nuevo: los libros de Thoreau y de Orwell siguen muy activos en el préstamo de nuestras bibliotecas, y estoy convencido de que las razones ya no vienen de América, sino de España. Aunque tenga casi 70 años, la virtud de '1984' como ficción es que siempre te permite hacer paralelismos con las formas de los gobiernos autoritarios. La detención y prisión preventiva de los 'consellers' de la Generalitat, y sobre todo la forma en que se ha argumentado por parte de fiscales y jueces en la Audiencia Nacional, denotan una agresividad interesada a la hora de interpretar las leyes. Es entonces cuando me viene a la cabeza un fragmento de la novela, ese instante en que O'Brien explica a Winston que el poder se afianza con el sufrimiento de los hombres. "La obediencia no es suficiente", le dice, "el poder se basa en infligir dolor y humillación. El poder consiste en hacer pedazos el espíritu humano".

Es una de las lecciones de '1984', pero hay muchas más. “Quien controla el pasado controla el presente”, reza una consigna del Partido del Gran Hermano, y enseguida pienso en el ministro español, Alfonso Dastis, negando la violencia del 1-O ante una periodista de la CNN atónita. La novela de Orwell termina mal. Quizá por eso la leemos también: para ponernos en guardia y para defender nuestro presente.