La asignatura de Marta Pascal

Marta Pascal (Vic, 33 años) es desde julio la coordinadora general del PDECat. Ella prefiere llamarlo Partit Demócrata (PD), que tras un congreso fundacional revuelto -tumbó propuestas de la vieja dirección- sucedió a CDC. Y aunque es poco conocida, esta licenciada en políticas, expresidenta de la JNC y diputada, es alguien a seguir porque tiene las llaves del que fue el partido dominante de Catalunya y que sufre una rápida pérdida de fuerza. En las elecciones del 2010 sacó 62 diputados, que se redujeron a 50 en el 2012, cuando Artur Más pidió una mayoría excepcional. Hoy tiene sólo 30, dentro de Junts pel Sí, y las encuestas vaticinan otro serio retroceso.

Dos grandes razones explican la caída. Una, que la crisis perjudica a los partidos de gobierno. Dos, la CDC de Pujol (y Roca), de un catalanismo gradualista, era un partido atrapa-todo que recogía los votos de las clases medias catalanas. Nacionalistas, pero también centristas que la creían una propuesta solvente. Ahora al centrismo le eriza la apuesta rupturista mientras que el independentismo se siente tentado por una ERC más lanzada.

Pascal, que trabajó con la 'consellera' Rigau (fan de su antigua colaboradora), sabe que su reto, reflotar la nave, es complicado y que el PD se juega mucho en el 'proces' que cree obligado porque “España ha renunciado a ser el país de los catalanes”.

El martes pasó su quizá primer examen público en el foro Nueva Economí y no habló tanto del 'proces -dijo que con el 'Govern Puigdemont' está en buenas manos- sino del futuro del PD. Y apostó por un partido inclusivo que sume ideas nuevas al pragmatismo convergente de toda la vida. Para ella el nuevo PD debe ser una gran plaza mayor de las capas medias catalanas a las que alabó -todo político lo hace con su base social- tanto por el esfuerzo y el empuje personal como por la voluntad de apoyar iniciativas colectivas. Desde orfeones a mutuas.

LIBERALES Y SOCIALDEMÓCRATAS

Se puede venir del liberalismo -su presentador, Lluis Font, citó desde Hayek a Jefferson y Stuart Mill- o del humanismo cristiano…o incluso de la socialdemocracia. Pero siempre para una Catalunya moderna y avanzada. Con Estado del bienestar, pero sin cultura de subvención.  

Bastante neopujolismo, asumido con orgullo, pero también ideas algo provocadoras. La Europa a la que se aspira está formada por estados que -lo dijo suave- no nos están esperando. Y en política europea la gran batalla se librará entre los partidos populistas de protesta y los que sepan proponer un reformismo riguroso. No lo citó, pero es lo que ya se perfila en las elecciones francesas. Y recurrió al liberal de derechas holandés Mark Rutte, un extraterrestre para muchos, para advertir que el populismo crece cuando fallan los partidos tradicionales.

Acabó reivindicando un centro amplio. En la sala, el 'president' Mas, cuatro miembros del Govern, toneladas de gente de CDC, y Eva Granados, portavoz del PSC. Nadie relevante de ERC. El futuro es muy incierto, pero en el nuevo PD se huele que hay vida inteligente.