Rebus es Edimburgo

Compruebo con alivio que RBA sigue otorgando su premio anual de novela negra, aunque cada vez edite menos libros de ese género y haya dejado de ser la editorial de referencia para sus lectores. No es que haya sido sustituida por otras, sino que ahora mismo ya no hay ninguna, aunque los 'thrillers' sigan funcionando muy bien en nuestro país.

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Este año, el premio le ha caído al escocés Ian RankinIan Rankin por la peripecia número 20 de su personaje estrella John Rebus, 'Perros salvajes', aunque también aparece en ella Malcolm Fox, el discreto poli de Asuntos Internos que empezó con una serie para él solo -Rankin pretendía jubilar a Rebus, pero los lectores no le dejaron, como cuando los fans de Sherlock Holmes obligaron a Arthur Conan Doyle a resucitarle-, pero lleva camino de convertirse en el 'sidekick' del beodo, melancólico y a veces colérico Rebus.

Hombre de su tiempo, John Rebus es devoto de la música pop -la primera de sus aventuras que leí se titula 'Black and blue', como un disco de los Stones- y no del jazz, como el Harry Bosch de Michael Connelly. Pero ambos están hermanados por el hecho de no haber movido a su respectivo personaje de su ciudad; Los Ángeles en el caso de Bosch y Edimburgo en el de Rebus; como hicieron en su momento con París el comisario Maigret de Simenon, con Nueva York el detective Matt Scudder de Lawrence Block o con Barcelona el Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán.

De hecho, cualquier lugar puede convertirse en una inmensa escena del crimen en manos de un buen escritor. Incluso Edimburgo, una ciudad tan hermosa como pequeña que puedes recorrer prácticamente en un solo día. Abanderado del llamado 'tartan noir', Rankin ha tenido la habilidad de sacar a la luz el inframundo de un sitio en el que tampoco parece haber mucha actividad a la vista. Conan Doyle, que también nació allí, no se vio capaz y tuvo que instalar a Holmes y Watson en Londres. Le cabe pues el honor a Ian Rankin de haber puesto su ciudad en el mapa de la novela negra internacional. Puede que Rebus no sea el colmo de la originalidad como personaje, es posible que acarree demasiados tópicos del género, pero nadie podrá negarle su eficacia a la hora de protagonizar unas tramas muy bien urdidas.