tú y yo somos tres

El arte de huir de la prensa

FERRAN MONEGAL

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El reportero Gonzo, de El intermedio, acaba de sacar un libro analizando las estrategias que usan los políticos para huir de la prensa, o sea, cómo huyen de los informadores, de los periodistas que micrófono en mano les lanzan preguntas sobre la marcha. Y en La Sexta noche le han hecho una cumplida entrevista al respecto. Hombre, hay que reconocer que Gonzo tiene gran experiencia. Antes de ser la intrépida criatura volante de El intermedio, había sido reportero de calle en el Caiga quien caiga, es decir, que es un veterano. De todos los políticos que ha ido persiguiendo destaca a María Dolores de Cospedal como la más patosa a la hora de escabullirse. Decía de ella: «No tiene estilo al evadirse. No es capaz. Le pasa como cuando dice saquear España en lugar de sacar». O sea, que la señora Cospedal desconoce el arte de la fuga, y lo único que hace es escapar, huir, sin glamur ni salero. Peor parada ha salido Esperanza Aguirre. Según Gonzo«Este es uno de los personajes más peligrosos que pueda haber. Vive en base a la mentira. Aglutina esa capacidad de utilizar el interés general en beneficio propio». Es decir, que, según la experiencia de este reportero, lo grave de doña Espe no es que huya, lo tremendo es que se queda y suelta ristras de falsedades como una ametralladora. Y resume el reportero como retrato final de los políticos con poltrona: «La mayoría son bastante caraduras». Ciertos sectores de la caverna suelen acusar a Gonzo de que lo que hace no son preguntas: le culpan de hace escraches. ¡Ah! Es un truco semántico tramposo. Tergiversan la situación. Olvidan que el político es un servidor público que tiene la obligación de responder, y en lugar de afearle su huida la justifican cargando contra el mensajero. Nosotros en Catalunya hemos tenido una experiencia muy pintoresca con Pujol, en su larga etapa como president. A él no le hacía falta huir de la prensa: sencillamente nos consideraba unos bultos a los que de vez en cuando concedía un «avui això no toca».

Precisamente, el periodista Lluís Foix, exdirector de La Vanguardia, acaba de recordar públicamente que Pujol solía entrevistarse él solo. «Escribía la entrevista, entera, con preguntas y respuestas, y se tenía que publicar sin tocar ni una coma». ¡Ah! Es el precursor de la entrevista selfie. Pero nuestro oficio ha progresado enormemente. Hoy se hacen entrevistas a la carta, al gusto de quien la encarga. Quedan incluso mejor que las otras.