EN CONTRA DE LA ABSTENCIÓN
El 'no' es sexy
El voto negativo es fastidioso, pero tiene sus virtudes. Es rebelde, aventurero, idealista, gamberro... ¡Es de izquierdas!
Está costando tanto cambiar el voto del PSOE a la investidura de Mariano Rajoy que algunas buenas razones deben tener los partidarios del 'no' para su resistencia. La primera, el respeto a sus votantes que por lógica, si hubieran querido que siguiera Rajoy en la Moncloa, le hubieran votado. Ya sé que a veces la votación tiene razones que la razón no entiende, pero coincidirán conmigo en que uno no va a la urna en plan 'voto al PSOE porque perderán y tendrán que apoyar a Rajoy,que es el que quiero que gobierne, y así a ver si se cargan a Pedro Sánchez y ponen a Susana Díaz,que es la que mola. ¡Y sin primarias!'
La segunda, lo poco ilusionante que es resignarse a una abstención que el mismo presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, define tristón como "mal menor". Es como si te invitan a una fiesta para darte sal de frutas. Tan poco atractiva es la abstención que ni se pronuncia la palabra... Perdón, ¿he dicho abstención? ¡Mecachis! Me refiero a "ese voto que usted ya sabe o por el que usted me pregunta". La abstención no tiene pasión, es una relación formal, es un calla y otorga. El 'no' es más sexy.
A la vergüenza que les da en el PSOE abstenerse a la investidura de Rajoy, sumo algunos interrogantes: Si el principal partido de la oposición apoya con su abstención al Gobierno, ¿quién hace oposición? ¿Les van a dejar el campo libre a Podemos y los independentistas? ¿Si el PSOE deja de ser alternativa de gobierno se eternizará el PP en el poder?
¿Se facilita un Gobierno de Rajoy y después qué? ¿Se le impide gobernar? ¿Se bloquean los Presupuestos o se acaba siendo cómplice de su política económica y sus recortes? ¿Dónde se pone el límite al apoyo a la gobernabilidad? ¿Hay que abstenerse para evitar elecciones en navidades? ¿Y qué tendrán que hacer para evitarlas en mayo?
TÉCNICA, TÁCTICA O MÍNIMA
Vale, queda el detalle de la gobernabilidad y no es pequeño, pero ¿por qué tiene que ser el PSOE el único responsable y el que apechugue con las consecuencias? ¿Ese no debería ser el problema del PP? Pero no, ahí está el PSOE decidiendo si la abstención va a ser técnica, táctica o mínima. ¿Qué castigo se reserva a los insumisos? ¿Sanción?, ¿expulsión?... ¿Y qué va a hacer Pedro Sánchez? ¿Y qué van a hacer con los suyos?
El 'no' es fastidioso, lo entiendo, pero tiene sus virtudes. El 'no' es sexy, es rebelde, es protestón, es empecinado, es aventurero, es idealista, es osado, es inconformista, es gamberro, es alternativo, es regenerador... ¡Es de Izquierdas! Y sería útil para el PSOE, si quieren ser coherentes, seguir sumando años de historia, consolidarse como la alternativa al PP, frenar electoralmente a Podemos, o arrimar el hombro para resolver tensiones territoriales. Otra cosa es que no quieran nada de eso, que también podría ser...
Visto lo visto, el 'no' ofrece el peligroso encanto de luchar por las causas perdidas y la seductora atracción hacia los perdedores. Un toque de locura puede ser irresistible. Definitivamente, el 'no' es sexy.
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