Pequeño observatorio

Aquella niña, la diosa de Nepal

Recuerdo a hombres, mujeres y niños cargados con fardos y el contraste del palacio del monarca

JOSEP MARIA ESPINÀS

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El desastre que ha sufrido Nepal me ha hecho pensar en la evolución de mi vida de escritor. Cuando yo era todavía relativamente joven me presenté como novelista. Practiqué este género ocho o diez veces y luego dejé de hacer novelas. La ficción ya no me atrajo, y cada vez me inclinaba más a la observación del mundo real. Así fui inclinándome hacia el articulismo y ya hace más de 60 años que le soy fiel. Más, últimamente, algunos libros de contenido personal.

Todo esto es para decir que el drama del devastador terremoto de Nepal me ha hecho recordar el tiempo en que me dediqué al reportaje. Por encima de cualquier otro, el viaje a Berlín, cuando era inminente la construcción del Muro, y las crónicas sobre países asiáticos, de Tailandia a Japón, de la India a Nepal.

Ahora Nepal ha sido noticia dramática por una destructiva catástrofe natural y he recordado especialmente aquella estancia en Katmandú, que narré en el semanario Destino. Afortunadamente estuve allí sin tener que sufrir ninguna tragedia. Lo que viví fue la modestísima vida de la gente, de los habitantes de un valle profundo situado entre altísimas montañas. Los hombres, las mujeres, los niños cargados con grandes fardos. Y el gran contraste con el magnífico palacio donde vivía el monarca.

Y allí vi un ritual que no podía imaginarme. En una plaza había un palacio y en ese palacio había una ventana y no sé si una vez al día, o a la semana, esa ventana se abría y los fieles podían contemplar la aparición, solo durante unos minutos, del busto de una niña de unos cinco o seis años, absolutamente inmóvil, revestida con telas de colores antiguos y con piedras preciosas. Era la diosa de Nepal. Cuando la niña se hiciera mayor sería sustituida por otra criatura. Los fieles la adoraban pero a mí la escena me produjo una irreprimible angustia.

En Nepal, ahora en ruinas, solamente hay un quirófano.