Pequeño observatorio

Aquel pasado realmente muy pasado

Repasando el año 1925 me cuesta creer que yo naciera en aquellos tiempos

JOSEP MARIA ESPINÀS

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El desorden existente en mis estantes destinados a los libros me ha proporcionado una sorpresa. El reencuentro de un librito de solo 24 páginas publicado en Afers de Comunicació Visual en 1995. Pertenece a una colección, L'any que tu vas néixer. El que tengo en las manos corresponde a 1925. Yo nací dos años después, pero de hecho la época es la misma y el lector de EL PERIÓDICO que lea este artículo de hoy dará un salto sorprendente hacia el pasado.

Aquel año 1925 fue el de la fundación de las SS nazis y de la implantación en Italia del partido fascista de Mussolini. El mariscal francés Petain y el general Primo de Rivera acordaron una cooperación militar. No sabíamos lo que nos esperaba ...

¿Qué había en los escenarios? Doña Francisquita, con Emili VendrellLa quimera del oro, con Charles Chaplin, y estaba en rodaje la que sería histórica película de Eisenstein El acorazado Potemkin. Radio Barcelona programaba el 14 de enero, en directo, a «la señorita Angelina Abellita, que cantará Los Claveles y El saltiró de la cardina. El sexteto Gálvez interpretará La boda de Luis Alonso. La señora Olivar Escoté cantará ¿Soltera... casada? y Nena del maestro Puche. Y desde el Liceu, el tercer acto de Los maestros cantores de Wagner».

Anuncios y sociedad: «¡Orejas esbeltas! Las orejas pequeñas y bien erguidas dan mayor aspecto de seriedad y de inteligencia a quien las ostenta». «Se encuentra indispuesta, con fiebre bastante alta, la distinguida esposa del gobernador civil. Hacemos votos por el restablecimiento de tan distinguida dama». «¡Reyes! ¡Padrinos! ¡No olvidéis dejar a vuestros pequeños una póliza de seguros en El Porvenir de los Hijos». Termino con algunos precios de 1925. Langostinos, un cuarto, dos pesetas; turrón de Jijona, ocho pesetas. Un comedor de caoba, desde 350 pesetas. Un par de zapatos: 37 pesetas. Pisos a 25 duros...

Me cuesta creer que yo nací en aquellos tiempos. En un pasado realmente muy pasado.