Un ángel vivía en la Barceloneta

Cuando hacía entrevistas en TV-3, hace ya muchos años, tuve mucho interés en descubrir algunas personas que tópicamente podríamos calificar de personajes. ¿Qué es un personaje? La definición es muy vaga: «Persona que ocupa una cierta situación». Esta indefinición permite que apliquemos la palabra personaje a una gran variedad de personas. Esta diversidad incluye un escritor (Pla), un pintor (Dalí), un científico (Einstein)... Un personaje puede serlo por las características singulares de su profunda identidad y también porque decida presentarse de una manera extravagante .

Probablemente, a sor Genoveva, que ha muerto hace poco, no le gustaría que dijera que era un personaje. Ya me perdonará desde su cielo. Diré, pues, que era un ángel... No, tampoco me lo habría aceptado. Digámoslo sin metáforas: sor Genoveva era una religiosa que dedicó su vida a los demás. Más concretamente, a los otros que tenían problemas de conducta. Aquella mujer, instalada en la Barceloneta, creó un puerto acogedor para unas personas que navegaban peligrosamente por las aguas de la droga y del deterioro vital.

Cuando supe que sor Genoveva existía me pareció que debía llevar a TV-3, en la época en que podía hacer largas entrevistas. Antes la visité en su casa, en el local donde ejercía -con un grupo de personas adictas- su Caridad, con mayúscula, es decir, «el amor compasivo al prójimo». Santa Genoveva, nacida en París hace siglos, aproximadamente en el año 420, parece que fue una penitente que salvó la ciudad de una incursión. Nuestra Genoveva se instaló en Barcelona para defender las vidas que se encontraban en peligro de ahogarse en aguas peligrosas.

Genoveva parisina fue la fundadora de una abadía. Sor Genoveva no presidió nada, y mucho menos un gran templo. Era una servidora de los que tenían problemas.Recuerdo cómo armonizaba energía y placidez.