Editorial

Andalucía necesita pactos

Susana Díaz deberá esperar a la segunda votación para ser investida, pero la región precisa un Gobierno estable

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Casi mes y medio después de las elecciones autonómicas andaluzas, la vencedora, Susana Díaz, se somete hoy y mañana a la investidura. Todo indica que no la obtendrá en la primera votación, pero sí quizá en la segunda, el jueves, si las dos nuevas fuerzas del Parlamento regional, Ciudadanos (9 escaños) y Podemos (15), se abstienen. En esta segunda votación, Díaz solo necesita mayoría simple, es decir, que los 47 síes del PSOE superen a los previsibles 38 noes del PP (33 escaños) y de IU (5). Para ello, bastaría con la abstención de Ciudadanos y Podemos.

A veces las cosas son lo que parecen y, pese a los ataques y las exigencias que la fuerza de Albert Rivera ha lanzado durante este mes y medio a los socialistas, está a punto de producirse lo que la mayoría de los analistas predijeron nada más conocerse el resultado electoral, es decir, un pacto PSOE-Ciudadanos. Es lo más lógico, ya que, por la experiencia anterior con IU y por las reticencias de Díaz hacia Podemos, con el que se disputa parte del mismo espacio, parece más fácil el acuerdo entre los socialistas y Ciudadanos. Al decir de los portavoces de ambos partidos, el pacto está al caer después de que el PSOE haya aceptado el decálogo anticorrupción de la fuerza dirigida por Rivera, un documento que será suscrito conjuntamente esta semana. A las medidas presentadas por Ciudadanos, entre ellas que no haya imputados en cargos públicos, el PSOE ha añadido otras que ya figuraban en su programa, como la fiscalización de las cuentas de los partidos, la publicación de las rentas de los altos cargos y sus cónyuges y que los partidos respondan con su patrimonio si se han beneficiado de la corrupción.

La abstención de Ciudadanos parece, pues, muy posible, pero Díaz necesita además la de Podemos, con quien el acuerdo es más difícil. Una de las condiciones, la retirada de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, se ha cumplido, pero no hay aún respuesta satisfactoria para la formación de Pablo Iglesias a sus exigencias de que la Junta de Andalucía no trabaje con bancos que impulsan desahucios y que se reduzcan los altos cargos. Es de esperar que al final haya también acuerdo y que Díaz sea investida sin más demoras, porque los partidos deben leer en los resultados la demanda ciudadana de que pacten entre ellos. Esa es una de las exigencias que se desprende también del paso del bipartidismo al cuatripartidismo.