Editorial

El imparable fenómeno de los videojuegos

El éxito del All-Star de la League of Legends en Barcelona es otra prueba de un auge incontenible

Una imagen de las gradas del Sant Jordi, este jueves.

Una imagen de las gradas del Sant Jordi, este jueves.

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El Palau Sant Jordi congrega estos días a una legión de fans que no están, en su caso, atraídos por una gran estrella de la música como Beyoncé o Justin Bieber o del deporte como un equipo de la NBA. Son los apasionados espectadores del All-Star de la League of Legends, cita que reúne a los mejores jugadores de e-sports (deportes electrónicos), con el popular juego de LoL como referencia. Este imponente espectáculo audiovisual, en pleno crecimiento y expansión internacional, es un inequívoco exponente del auge incontenible de los videojuegos, convertidos desde hace años en un potentísimo motor de la industria del ocio. Según la Asociación Española de Videojuegos, el sector generó en nuestro país un negocio de 1.080 millones de euros el año pasado, una cifra que superó los 80.000 millones en todo el mundo. Un dato reciente apunta que la venta en España de videoconsolas y de videojuegos en el Black Friday se elevó hasta los 56 millones, el 40% más que en el 2015.

Los videojuegos, en definitiva, son un elemento capital del ocio en la era digital y tecnológica que vivimos. Y Barcelona hace bien en no quedarse al margen del fenómeno. Porque el All-Star de la LoL es la continuación de la Barcelona Games World, una feria que se celebraba en Madrid y que recaló por primera vez en la capital catalana a principios de octubre. Esta muestra para profesionales de la industria y los aficionados se saldó con el récord de 122.000 visitantes. Y es que no hay quien pare a los videojuegos.