Alivio alemán en Europa

Una sensación de alivio recorrió ayer Europa cuando el Tribunal Constitucional alemán anunció que rechazaba las demandas que cuestionaban la participación de Berlín en el primer fondo de rescate de Grecia y validaba las aportaciones germanas al fondo de estabilidad del euro. El tribunal de Karlsruhe únicamente advierte de que la participación alemana no debe ser automática, sino sometida a control parlamentario. Pero para ello bastará la intervención de la Comisión de Presupuestos, sin llegar al pleno del Bundestag, por lo que los temores de posibles retrasos en caso de urgencia quedan conjurados.

La decisión es una victoria para Europa y para el euro, y así ha sido saludada por los sectores más europeístas de Alemania, frente a las reticencias de los círculos más derechistas. Aterra pensar qué hubiera podido suceder en los próximos días en los mercados si el Constitucional alemán hubiese aceptado las demandas.

Angela Merkel recibió la noticia con un enérgico discurso en el Bundestag en el que aseguró que su misión es salvar la economía europea y en el que ligó claramente la prosperidad alemana a la buena salud económica de sus vecinos, una tesis defendida en Europa por quienes abogan por un mayor compromiso de Berlín con sus socios. A Merkel, sin embargo, le falta aún superar la prueba de convencer a su propia mayoría parlamentaria para que apruebe el segundo rescate de Grecia.