Algo se mueve entre bambalinas

Las gestas 'procesistas' conviven con gestos de distensión entre Gobierno y Generalitat: si los trenes aminoran la marcha quizá el choque sea incruento

De izquierda a derecha, Patrici Tixis, Soraya Sáenz de Santamaría, Oriol Junqueras, Jaume Giró y Jaume Collboni, en el acto a favor de la candidatura de Sant Jordi como patrimonio inmaterial de la humanidad celebrado en el CaixaForum.

De izquierda a derecha, Patrici Tixis, Soraya Sáenz de Santamaría, Oriol Junqueras, Jaume Giró y Jaume Collboni, en el acto a favor de la candidatura de Sant Jordi como patrimonio inmaterial de la humanidad celebrado en el CaixaForum. / JULIO CARBÓ

ENRIC HERNÀNDEZ

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Semana política aparentemente confusa en Catalunya. En distintos auditorios se han representado funciones que se fingen contradictorias, pero en realidad son complementarias entre sí. 

El viernes, tras su 'via crucis' de grabaciones, reproches y rectificaciones, el Govern amanecía unido en el Pati del Tarongers. En otro 'día histórico' para el soberanismo, 'consellers' y altos cargos de la Generalitat se juramentaban por escrito para "celebrar" el referéndum de "autodeterminación" que en sus conversaciones (no tan) privadas reconocen inviable. Se cuidaron, eso sí, de no dotar de entidad jurídica al documento estampado con sus firmas; una cosa es enseñar los dientes y otra exponerse a la inhabilitación.

Por la tarde, el 'conseller' Toni Comín, la ministra Dolors Montserrat y la alcadesa Ada Colau sellaban la oferta de la Torre Agbar para acoger la Agencia Europea del Medicamento, hoy sita en Londres y en busca sede tras el ‘brexit’. Relevante pacto a tres bandas, por el dinero que mueve (un millar de funcionarios, ingresos multimillonarios y polo de atracción para inversores y lobistas) y por su significado político: ¿elegiría la UE a Barcelona en puertas de un ‘Catexit’?

Más tarde, el vicepresidente Oriol Junqueras, su homóloga Soraya Sáenz de Santamaría y el ‘conseller’ Santi Vila solemnizaban la apuesta común por la Diada de Sant Jordi como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Una facción del independentismo fruncía el ceño, espoleada por  cierto pseudoperiodismo ayer de puntillas en las fotos del Puente Aéreo y hoy palmero de la supuesta revuelta ‘estelada’.

EL ‘CASO FORCADELL’

Y aún dos escenas más. Miércoles: acto de desagravio en el Parlament ante la inminente inhabilitación de Carme Forcadell. Jueves: la fiscalía propone alargar la causa contra la presidenta hasta el 2018. De producirse, la “agresión” que ansía el soberanismo para echarse a la calle no llegará antes del anunciado referéndum.

Algo se mueve entre bambalinas, a caballo de las gestas de un 'procesismo' sin horizonte y los destellos de una 'operación diálogo' aún demasiado difusa. Si ambos trenes aminoran la marcha, tal vez el choque resulte incruento.