LA CORTINA DE HUMO

Alarmas y contradicciones

TONI AIRA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En política hay pocas cosas más frustrantes que el hecho de que tus adversarios te ignoren. Los últimos meses, el soberanismo lo había sufrido. De hecho, se lo había ganado a pulso. Pero la alegría en casa del rico (en poder político) también a veces dura poco. Ha pasado. Y en Madrid se ha acabado la fiesta. De golpe, del ademán de suficiencia se ha pasado al gesto agrio y de nuevo a la amenaza. Se han disparado todas las alarmas e incluso el Monarca (teórico árbitro) tiene que hacer el papelón de poner mala cara al president Artur Mas y de lanzarle advertencias como no hace con otros que sí incumplen o pervierten leyes. Pero estos otros a él no le ponen nervioso. Igual como los de Pablo Iglesias o Ada Colau, que le regalan packs de series o le dedican sonrisas de oreja a oreja y retiran el busto de su padre de un salón de plenos, pero dicen que si eso ya pondrán el suyo.

La prueba del éxito de la lista unitaria independentista que aún no sabemos por qué ha tardado tanto en llegar, pero que ya está aquí, la da, entre otras cosas, la reacción que ha provocado en el poder político en España, que ha basculado entre el asombro, la indignación y la desazón más obvia y mal disimulada. Esto está pasando. ¿Pero el éxito está culminado? Es evidente que no.

Este viernes en el Parlament se vivió un espejismo. Último pleno de la legislatura antes que el president convoque oficialmente las elecciones y en la Cámara catalana todo eran buenas palabras, sonrisas y abrazos. Pero que nadie se engañe: ciertamente vamos a un todo o nada político. Y no porque lo haya dicho Raül Romeva, sino porque así lo ha provocado el poder español en general y Mariano Rajoy en particular. Ante esto, igual nos esperan unos pocos días de julio y agosto de descanso, pero cuenten que en pocas semanas todo el mundo estará de nuevo a mil. Y la apisonadora españolista actuará sin contemplaciones. Ante esto, ojo con las contradicciones.

Porque el gran reto de una lista aún no anunciada del todo, pero que ya ahora contiene nombres de impacto y potentísimos, no consistirá solo en superar los palos en las ruedas que le ponga una política impregnada de aquel franquismo sociológico que todavía hoy apuesta ciegamente por el vencer, y no por el convencer. El gran reto de la opción independentista será contraponerse a eso teniendo cuidado con las contradicciones, a las que los otros se agarrarán como si fuera un clavo ardiendo.

Ante eso, coherencia y conjurar la idea de ejército de Pancho Villa que tantos regalos ha hecho en el pasado, y en circunstancias y contextos diversos, a causas que no merecían el éxito. Confiaban mucho en ello, en Madrid, con la oferta independentista dispersa. Confían en ello (a pesar de que ya no tanto, y de ahí los nervios) con una oferta electoral que o es clara y compacta desde la diversidad, o no cuajará.