Ahora, una de guerras entre mossos y policías

JOAN TAPIA

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Reveladora la entrevista de este lunes de este diario al "converso" (al Islam) que, según los Mossos, fue utilizado por la Policía para avisar a un grupo islamista de Sabadell de que estaban vigilados. Algo en principio descabellado pero que la seriedad del 'conseller' Espadaler y del director general Albert Batlle obligan a analizar.

En un momento "el converso", que parece un inocente de buena fe, dice la frase clave: "Estoy preocupado, hay una guerra política. A mí, si los Mossos, la Policía Nacional y el Ministerio del Interior se pelean entre ellos, me parece muy bien. Pero yo no pinto nada en todo esto". Lo entiendo, pero a los ciudadanos sí nos debería alarmar en grado máximo. Resulta que pagamos dos policías para que nos protejan, resulta que tras el atentado de enero en París --en España la alarma, desde Atocha 2004, debería ser mayor-- todos los gobiernos europeos se coordinan para vigilar al terrorismo islámico, y de repente nos enteramos de que aquí los Mossos y la Policía Nacional están en guerra, se boicotean operaciones y se denuncian ante los tribunales. ¿Qué clase de responsabilidad es esta? Que la seguridad se vea afectada por zancadillas entre policías es siempre aberrante. En el caso de la lucha contra el terrorismo islamista -lo que más preocupa ahora- es una brutal bofetada a la inteligencia. Casi un crimen. ¿Qué credibilidad tendrían las fuerzas de seguridad y qué juicio harían los ciudadanos de los gobiernos de Madrid y Barcelona si, por desgracia, mañana hubiera un atentado en esta ciudad?

Que dos policías investiguen e infiltren a un mismo grupo terrorista puede pasar (los infiltrados no son congregantes marianos y espían para cobrar) pero los mandos están para coordinarse y para ser efectivos, no para deshacer el trabajo del otro, denunciarse en los tribunales o ventilar el asunto en campaña. Este es un punto débil de la Generalitat. Aceptando que los hechos sean como dice (pese a que el juez Pedraz archivó la querella), ¿por qué sacarlo a la luz pública al inicio de una campaña electoral que no pinta bien para nadie, CiU incluida? Que la Policía boicotee a los Mossos sería inadmisible. Que el Govern de CiU usara las rencillas policiales como argumento electoral, también.

El ministro Jorge Fernández ha dicho que falta sentido de Estado, pero me temo que con esta virtud del gobernante pase como con el sentido común, que a veces es el menos común de los sentidos. Después de Semana Santa, y tras la alarma en Catalunya por un posible atentado, Iceta preguntó las razones de que, como parecía elemental, no se hubiera reunido la Junta de Seguridad. Mas dijo que pediría la reunión pero solo si servía para que los Mossos tuvieran más competencias. Espadaler dijo que la cooperación policial funcionaba «bastante bien». Curioso tras lo que ahora hemos sabido.

SEIS AÑOS SIN REUNIRSE

Lo increíble es que la Junta de Seguridad, que debe coordinar las policías, no se reúne desde el 2009, desde antes de la elección de Mas Rajoy. Cuesta entender que esta falta absoluta de responsabilidad no encienda los ánimos de oposición, prensa y sociedad civil. No puede ser que tengamos un presidente que, cuando todas las encuestas dicen que el PP necesitará pactar en Madrid o Valencia diga, tan pancho él, que «los mejores pactos son las mayorías absolutas del PP». No puede ser que el 'president' haya optado por hacer dejación de gobernar en aras de tener una mayoría independentista para alimentar manifiestos y convocar elecciones anticipadas con ocho meses de adelanto. Así vamos muy mal.