¿Adónde nos lleva este Gobierno?

El final del verano ha confirmado que el Gobierno de España es un desastre y que a Mariano Rajoy le viene muy ancho el cargo. Todo lo hacen mal y luego no saben salir del agujero que ellos mismos han creado. Empezando por la crisis catalana, que ellos estaban llamados a paliar o desdramatizar y que han llevado a un disparadero que, termine como termine, tendrá secuelas muy malas, y duraderas, para España y para Catalunya.

Luego ha venido la ignominiosa retirada de una ley del aborto que ningún gobernante mínimamente responsable habría propuesto. Ahora, cuando se empieza a ver que lo de la recuperación económica era una falacia, llega el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid y se descubre que el Gobierno lo ha ocultado durante años. Luego se anuncia el contagio por ébola de la enfermera que había atendido a los sacerdotes que el Gobierno trajo de África solo porque así se lo había pedido la orden de San Juan de Dios. Y el mismo día Rajoy nombra presidente de RTVE a alguien que está muy a la derecha de la derecha. Y la razón es que en el PP se decía que su predecesor estaba haciendo el caldo gordo al PSOE. Rajoy teme una escisión en su partido.

Más de un sondeo concluye que el voto al PP está bajo mínimos. Y no hay duda de que lo de las tarjetas opacas y lo de la enfermera contagiada -ojalá sea ella sola- lo van a rebajar aún más. Porque la confianza en el Gobierno se hunde cada día que pasa, porque se generaliza la sensación de que no da pie con bola. Todo indica que Rajoy no va a ser capaz de salir del hoyo que se está abriendo a sus pies. El año y pico que falta para llegar a las elecciones generales va a ser un tormento. Para él y para todos. ¿Puede un Gobierno como este gestionar el problema catalán? Y en el horizonte se perfila un cataclismo electoral. Que hasta puede ser lo único saludable posible.