Un admirable equipo municipal

Se suele decir que en verano, y especialmente en agosto, hay un cierto relajamiento. Seguramente es cierto en la parte de la población que tiene la suerte de hacer vacaciones. La distensión es posible en el ánimo de quienes se instalan en un punto en el que tienen una playa al alcance. También los instalados en la montaña pueden recuperar la sensación de calma y hacer alguna excursión.

Hay, además, la posibilidad de asistir a algún acto cultural. Esto es lo que ha pasado en Puebla del Prior, Badajoz, donde hay la costumbre de celebrar un concurso de fotografía. David Portabella ha dado cuenta de ello en El Punt-Avui. Una noticia interesantísima, porque resulta que el premio convocado por el ayuntamiento de esa población la ha ganado la concejala de Cultura. No dudo de que la señora Acedo sea una excelente fotógrafa, y estoy convencido de que la foto premiada es admirablemente bucólica: un rebaño de ovejas pastando ante una puesta de sol. La información se completa con otra singular noticia: el segundo premio lo ha ganado la señora Delgado... que es la cuñada del alcalde,

No tengo ningún inconveniente en creer que las autoridades de Puebla del Prior constituyen un ejemplo, de alcance universal, de la perfecta sintonía que puede existir entre el arte y la política. Pero, como dice Portabella, aquí hay un problema: quien debe entregar el premio es la misma persona que ha sido premiada. Y yo me pregunto -la información no lo dice- quién formaba el jurado. ¿El marido de la concejala que ha ganado el primer premio? ¿El hermano de la cuñada del alcalde? De ninguna manera quiero malpensar. Estoy convencido de que estamos ante un hecho extraordinario. Hay poblaciones que destacan por su riqueza en monumentos históricos, otras son famosas por tener unas fuentes muy adecuadas para los enfermos de riñón. ¿Por qué no puede haber un pueblo de Badajoz donde los cargos municipales se caractericen por una sensibilidad fotográfica francamente admirable?