La polémica infraestructura

El acento en los pasajeros

Lo sensato sería reconvertir el VAO de dos carriles en una vía bidireccional solo para autobuses

PAU NOY

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En Europa hay dos tipos de carriles VAO (vehículos con alta ocupación). Los que permiten vehículos con un mínimo tres ocupantes, que se pueden contar con los dedos de una mano, y los que permiten un mínimo de dos ocupantes. ¿Saben dónde se hizo el primer carril bus-VAO en Europa para un mínimo de dos ocupantes? Lo han acertado: en Madrid, en la época en queBorrellfue ministro. ¿Saben dónde se ha hecho el segundo? En Barcelona. Lo que pocos saben es que no hay más ejemplos.

EL PRODUCTO bus-VAO es una idea genuinamente norteamericana porque al otro lado del Atlántico las redes de transporte público son mucho más débiles que en Europa. Cuando en nuestro continente queremos impulsar el transporte sostenible hacemos dos cosas. O bien, en la mayoría de ocasiones, promovemos el ferrocarril, el sistema con la mayor capacidad de transporte en menos espacio; o, menos frecuentemente, reservamos un carril de la autopista para los vehículos «más sostenibles», normalmente los autobuses. De hecho, las ciudades europeas están sembradas de centenares de kilómetros de carril bus. Pero nadie en Europa, excepto en Barcelona, ha tenido la ocurrencia de construir un carril adicional para VAO con la circunstancia agravante de que ha costado una auténtica fortuna, 80 millones de euros.

Seguimos con las malas noticias. El carril bus-VAO en la entrada de Barcelona lleva más de seis meses funcionando y se constata que un proyecto que se gestó para promover un transporte algo más sostenible se está convirtiendo en una chapuza inolvidable. Al parecer, el hecho de que ese carril se vea vacío molesta a grupos de radio y televisión que se dedican a lanzar burlas y chanzas en sus noticiarios sobre «lo vacío que se ve el carril bus-VAO». Esos noticiarios no informan de la movilidad sino del tráfico. No se han parado a pensar que el paso de autobuses llega a la cifra de 30 en hora punta, contando autocares, un valor superior al de muchos de los carriles bus que hay en Barcelona, y que están pasando unas 750 personas por sentido en la hora punta, 1.500 en las dos direcciones. El hecho de que un autobús ocupe poco espacio parece que dé carta blanca a esta Brunete automovilística para lanzar todo tipo de comentarios malintencionados sobre «el bajo uso del carril VAO».

El Gobierno catalán ha decido cambiar el plan de explotación del carril. Ahora permite el paso de buses, motos y coches con dos ocupantes -antes tres-, pero solo en el sentido de entrada Barcelona. Un problema añadido, y que el pésimo diseño de esta infraestructura no corrige, es que la principal congestión se encuentra antes o después del carril. Otro agravante es el semáforo en rojo que le espera al bus cuando llega a Barcelona, ¡haciéndole perder los minutos que había ganado en el corto trayecto del bus-VAO! Un despropósito que debería cubrir de vergüenza a los que lo planificaron.

Para deshacer el entuerto lo sensato es convertir esa infraestructura de dos carriles en una vía bidireccional «solo bus». En el mundo lo llaman Bus Rapid Transit, es decir, como si fuera un carril para trenes pero con autobuses. De hecho, en ninguna línea ferroviaria de acceso a Barcelona hay más de 20 circulaciones a la hora sin que «ese pobre dato» levante un vendaval de comentarios despectivos por estar «medio vacía». Si la Administración quiere que el tráfico convencional sea «más sostenible», lo sensato es reservar un carril de circulación a los vehículos «más sostenibles», con 25 viajeros de promedio.

EN LOS ÚLTIMOS días hemos oído propuestas del Gobierno catalán para que todas las entradas a Barcelona tengan carriles VAO para coches y motos. Estas propuestas demuestran la falta de visión global de movilidad de algunas esferas gubernamentales y la dificultad de algunos en poner el acento en la gestión de la movilidad de los pasajeros en lugar de la de sus vehículos. Si se quiere promover la movilidad sostenible, como en Europa hacen todas la ciudades, hay que exigir al Ministerio de Fomento el cumplimento del plan de cercanías de la época deZapatero. Y si el ministerio insiste en mirar para otro lado, lo que se debería hacer es empezar a adjudicar obras desde la Generalitat a cargo de Madrid o deducirlas del pago de los impuestos. En lo que se refiere a la propuesta de generalización de los VAO en los accesos a Barcelona, aunque la moto sea un vehículo de baja ocupación y el sistema de transporte más peligroso, nada habría que objetar si un carril se dedicase a ese propósito, pero solo después de haber reservado un carril al transporte público. Y siempre con la condición de que hablemos de redistribuir el espacio disponible, no de construir espacio nuevo para circular.