7 preguntas a Pedro Sánchez

Quien dispara un arma de fuego tiene que contar con la fuerza de retroceso. Todo indica que cuando Pedro Sánchez decidió desenfundar para abatir a Tomás Gómez no contó con esa reacción, que provoca un movimiento en sentido contrario al de la dirección del proyectil. A la noticia de la destitución del secretario general del PSM por la comisión ejecutiva federal del PSOE, siguió la rueda de prensa colectiva de un grupo de notables del socialismo madrileño, con Gómez a la cabeza, que fue una rebelión en toda regla. La tremenda fractura abierta, que incluyó la pintoresca convocatoria por los díscolos madrileños de una concentración ante la sede socialista de la calle de Ferraz (lo nunca visto), se produce en plenos preparativos de las grandes citas electorales que se avecinan (Andalucía, municipales y autonómicas, catalanas y legislativas) y con el liderazgo de Sánchez muy tocado. 

El tranvía

Ante la crisis, de desenlace imprevisible, el jefe del PSOE debería contestar al menos estas siete preguntas:

1. ¿Considera que Gómez puede haber cometido o amparado algún delito de prevaricación o malversación por el sobrecoste del tranvía de Parla cuando era alcalde?

2. ¿Teme la ejecutiva socialista que del caso del tranvía u otros que afectan al PSOE en Madrid puede salir algún elemento inculpatorio contra Gómez?

3. ¿Hasta qué punto han influido en la decisión de fulminar a Gómez las encuestas desfavorables del partido en toda España, pero especialmente en Madrid?

4. ¿Respalda la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, la decisión de Pedro Sánchez?

5. ¿Calculó la ejecutiva que abrir una crisis de esta envergadura pueda hacer tambalear el liderazgo del secretario general?

6. ¿Es casual que la destitución de Gómez llegue un día después del pleno en el que se votó el pacto antiterrorista que incluye la prisión permanente revisable, tan incómoda para el PSOE?

7. ¿Sabe Pedro Sánchez que el electorado siempre, desde 1977, ha castigado las peleas internas en los partidos?