27-S, candidatos que no lo fueron

ALBERT SÁEZ

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El 27-S toma finalmente la forma de decreto. Tras meses de especulaciones entra en el terreno de la política formal, que no es toda la política pero que es substancial. Ninguno de los cabezas de cartel del 2012 repite en esta ocasión aunque el actual presidente, Artur Mas, aspira a repetir en caso de victoria de la candidatura del Junts pel Sí, encabezada formalmente por Raül Romeva. Fue el pacto final, la síntesis entre la coalición de partidos que propuso Mas en noviembre, encabezada por él mismo, y la candidatura sin políticos que acabó proponiendo Oriol Junqueras. En el tramo final de la negociación, Mas lanzó el órdago de aplazar las elecciones y el líder de Esquerra lo igualó y dobló la apuesta con Romeva, su excompañero de escaño en Bruselas.

La tendencia general  ha sido proponer candidatos procedentes de la denominada sociedad civil, condición que pierden en el momento en que aceptan. Joan Coscubiela, por ejemplo, hubiera podido ser el candidato de Catalunya Sí que es Pot en su condición de sindicalista si no hubiera sido diputado al Congreso hace solo cuatro años. En cambio lo ha sido Lluís Rabell al que sus tres años como líder vecinal le han blanqueado la militancia en el PORE.

También el PSC lo intentó. Concretamente su primer secretario y finalmente candidato Miquel Iceta intentó seducir a Antón Costas, presidente ni más ni menos que del  Cercle d'Economia y prestigioso catedrático de la UB. Hubiera sido un bombazo, especialmente para ocupar el espacio libre en el centro abandonada por CDC y que ahora pretende apropiarse Unió. Con todo, hubiera dejado más espacio libre a la izquierda, especialmente a los del discurso contra la casta. Finalmente,  el posible candidato se limitó a dar unas palmadas en la espalda de Iceta y desearle suerte porque más vale presidencia del Cercle en mano que la de la Generalitat volando. Será que la situación no es tan dramática como algunos pretenden.

La sorpresa hubiera sido aún mayúscula si Iñigo Errejón hubiera conseguido hacer realidad otra apuesta sorprendente. El cerebro político de Podemos le propuso ni más ni menos que a Núria Parlón, alcaldesa de Santa Coloma con mayoría absoluta, que fuera su candidata para la presidencia de la Generalitat. La joven promesa del socialismo en Catalunya le dio calabazas. Una apuesta que demuestra una vez más que el verdadero propósito de Podemos no va más allá de ocupar el espacio político socialista