EDITORIAL

27-S: en busca de la polarización

Es probable que no sean tiempos de moderación, pero la radicalización de las posturas se pagará cara

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Este fin de semana, los partidos políticos ajustan sus maquinarias y ultiman las listas para las decisivas elecciones del 27-S. La novedad más relevante de las últimas horas ha sido la designación de Lluís Rabell como cabeza de lista de Catalunya Sí que es pot, la candidatura que sostienen Podem, ICV y EUiA, y de la que ayer se descolgó Procés Constituent, el grupo de la monja Teresa Forcades. Rabell, un líder del movimiento vecinal de larga trayectoria aunque poco conocido, ha apostado desde el principio por el enfrentamiento con la lista de CDC, ERC y las entidades soberanistas, encabezada por Raül Romeva, que procede del mismo mundo que Rabell. La lista que emula en el conjunto de Catalunya a la exitosa Barcelona en Comú se ha formado del mismo modo, pese a la defección de Procés Constituent, y va a tener que responder a las mismas expectativas y requerimientos. De hecho, Rabell ya ha tenido que explicar que votó sí-sí el 9-N, como Ada Colau, pero que no se considera independentista y que aún ve posibilidades de encaje «con los otros pueblos de España». De ahí que su prioridad sea la denuncia de los recortes, la corrupción y la falta de políticas sociales para poner en un brete a Romeva y a ERC, atrapados en la épica soberanista de la lista unitaria. Una lista que ha vivido ya las primeras discrepancias a raíz de las dudas de Romeva sobre si Artur Mas debe ser el candidato a president, polémica que se ha intentado apaciguar con desmentidos oficiales y con la filtración de nombres conocidos que se integrarán en la candidatura.

Este panorama aboca a un 27-S polarizado, aunque los otros partidos intentarán evitar una situación que solo puede perjudicarles. Incluso ERC, que en el congreso que está celebrando ya ha lanzado un cable a Catalunya Sí que es Pot para después del 27-S. En el otro extremo, Ciutadans puede beneficiarse de la polarización, aunque está por ver si acusa la ausencia de Albert Rivera, mientras que en el PP se mantiene la incógnita de si encabezará la lista Alicia Sánchez-Camacho, como estaba previsto.

En la franja de la tercera vía, el PSC ha cerrado sus listas con un rotundo rechazo a formar un frente españolista, mientras que Unió se la jugará con Ramon Espadaler y su «revolución del seny». Es probable que no sean tiempos de moderación, pero el exceso de polarización se pagará caro.