El epílogo

Si fuera un payaso...

ALBERT SÁEZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es difícil resistir a los instintos y no llamar payaso alGadafi,que ayer ocupó una hora larga de televisión para convertirse en una parodia de sí mismo. El drama es que no le podemos llamar payaso porque sus hazañas no son ninguna broma. Estamos ante un dictador capaz de bombardear a los manifestantes de Trípoli y de llevar décadas laminando la vida de sus opositores. Y como en el caso deMubarak,el problema no es él sino nosotros. Ayer,Gadafiprovocaba vergüenza ajena pero también nos hacía sonrojar. ¿Cómo hemos podido, en nombre la estabilidad, mantener a estos tipejos en el poder durante años?

La respuesta no puede formularse desde la ingenuidad pero tampoco cabe excederse en el cinismo. Las relaciones internacionales todavía son deudoras de dos viejos paradigmas: la descolonización y la guerra fría. La historia se detuvo en el momento en que muchas metrópolis occidentales prefirieron dar su apoyo a determinados dictadorzuelos en el momento de la independencia antes que perder sus viejas áreas de influencia. Solo la lógica de la guerra fría recompuso en parte ese mapa cuando guerrilleros o revolucionarios consiguieron apoyos impensables a cambio de saltar entre el bloque soviético y el norteamericano.

El caos del siglo XXI

Ni la caída del muro de Berlín ni la globalización del comercio han comportado un nuevo paradigma en ese marco de relaciones. De manera que al finalizar la primera década del siglo XXI nadie sabría decir exactamente por qué viejas razonesObama daba su apoyo aMubarakyBerlusconiaGadafi.En este caos, han aparecido estas nuevas revoluciones que no sabemos muy bien de dónde vienen ni adónde van. Se mueven entre la indignación moral y un cierto nihilismo anarquizante pero en ningún caso responden a los nuevos paradigmas que se quisieron imponer desde las élites de Estados Unidos. No estamos ante el definitivo final de la historia deFukuyama ni ante el choque de civilizaciones deHuntington.Es un fenómeno tan nuevo como desconocido pero tan decisivo como irreversible. Nos conviene interpretarlo pronto.