Mejorar la gestión de la sanidad pública

Los problemas de la sanidad pública catalana no son nuevos. Los servicios de salud son caros y la universalización de la asistencia, sumada a la ola migratoria de los años de bonanza, han encarecido la factura. Por más esfuerzos que se han hecho hasta ahora, el coste ha superado a lo presupuestado generando un déficit extraordinario que conviene atajar.

El nuevo Govern, que ha descartado de momento medidas de copago para generar más ingresos, quiere recuperar la desgravación por pertenecer a una mutua privada, desviando así parte de la carga de trabajo desde el sistema público al privado. También va a insistir en la concienciación de los ciudadanos para que no hagan un uso abusivo. Y, mientras tanto, trata de ahorrar por los medios clásicos, incluido el capítulo de nóminas con decisiones como recortar turnos de guardias, no cubrir las bajas y extinguir los contratos temporales cuando acaban. Entre el personal sanitario catalán hay cierta preocupación por la tendencia a apretarles las tuercas que aprecian en el nuevoconseller. El dato de la reducción de 200.000 tarjetas sanitarias en manos de extranjeros el año pasado ha generado más inquietud entre el colectivo, que niega que esa cifra se traduzca en menos carga de trabajo para ellos.

Boi Ruiz, el titular de Salut, aún no ha presentado sus planes definitivos para equilibrar las cuentas, lo hará en las próximas semanas. Está, pues, a tiempo de tomar medidas no basadas en la pura coyuntura, en la necesidad imperiosa de presentar números a muy corto plazo que demuestren que está en el buen camino. Debería aprovechar la situación, de la que todo el mundo es consciente, para acometer reformas en profundidad del funcionamiento del sistema público, de su gestión. Debería huir de decisiones que previsiblemente se puedan convertir en pan para hoy y hambre para mañana, porque nada sería peor que aplicar ahora la tijera, obtener los objetivos políticos trazados para que de aquí a unos años, cuando el ciclo económico cambie, sigamos con los mismos problemas. El nuevoconseller los conoce muy bien, como los profesionales del sistema. Hacer trabajar más -o mejor- a los médicos puede ser uno de ellos, pero no es el principal.