Apoyo al Congreso Mundial de Móviles

El Congreso Mundial de Móviles (MWC, en sus siglas en inglés) se clausura hoy en Barcelona con un éxito en todos los terrenos. El número de asistentes previsto, entre 52.000 y 54.000 personas, fue superado ya el martes, día en que se alcanzaron los 55.000 visitantes, una cota que no se lograba desde el 2007. La cifra de retorno esperada, unos 225 millones de euros, a buen seguro que se superará también. Las cifras del congreso y los beneficios para la ciudad son espectaculares: 1.300 expositores de más de 200 nacionalidades y 2.400 periodistas acreditados.

Esta edición era importante también porque el próximo mes de junio los organizadores norteamericanos decidirán la sede del congreso entre los años 2013 y 2017 -Barcelona sucedió a Cannes en el 2006 y lo ha acogido desde entonces- y la ciudad elegida tendrá además oficinas de la empresa organizadora, un espacio permanente de exhibición de productos de telefonía móvil y celebrará otras ferias relacionadas.

A falta de un balance definitivo, Barcelona aprueba en todos los indicadores, excepto en uno:la carencia de conexiones internacionales en el aeropuerto de El Prat. En seguridad, uno de los aspectos conflictivos de la ciudad, las fuerzas de seguridad respiraban ayer optimismo, aunque se desconocen todavía las cifras de posibles hurtos a los visitantes en estos días de celebración del MWC. La buena organización de la Fira, el clima benigno o la contención de los precios son asimismo indicadores favorables a la continuidad de Barcelona.

Pero la ciudad tiene serios competidores, como París, donde pocos asiáticos y norteamericanos se negarían a ir; Múnich, con un renovado recinto ferial, y Milán, que puede ser la gran tapada porque está dispuesta a hacer fuertes inversiones. Todas ellas, además, superan a Barcelona en la cuestión decisiva de la conectividad internacional del aeropuerto.

Una manifestación comercial como esta vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de que cambie la gestión del aeropuerto para que aumente el número de conexiones y Barcelona pueda competir internacionalmente. Y es necesario también el apoyo institucional, tanto del Gobierno central como del de la Generalitat, para que el MWC siga en la ciudad.