Yo qué sé...

Qué cabrona es la verdad

XAVIER SARDÀ

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Aquí andamos entretenidos en lo nuestro, que no es poco, y ahí fuera sigue el mundo gravitando. Al modo y manera de Wikileaks, la televisión qatarí Al Jazira muestra con gran profusión de documentos lo malos que son los palestinos de Cisjordania y lo buenos que son los palestinos de Gaza. Lo que sea para soslayar cualquier posibilidad de paz en la zona. Felicidades, Al Jazira, lo estáis consiguiendo en nombre de esa libertad de expresión que estranguláis en vuestros países. Removiendo el odio entre palestinos se perjudica por difusión al enemigo por excelencia: Israel.

Ahora, con estos documentos, ya sabemos que no se puede defender la causa palestina en su totalidad. Hay que optar. Al Jazira lo hace a favor de Hamás y en contra de Cisjordania acerando la división entre los propios palestinos. Genial. Los de Hamás vigorizan de este modo sus argumentos para enrocarse en sus posiciones más integristas.

La autoridad palestina de Cisjordania, según tales documentos, ha pactado con Israel de mala manera y contra Hamás.Mahmud Abbaslo niega, pero aunque eso fuera cierto, qué cabrona es la verdad. Cuando se exalta como valor con propósitos indignos, esa verdad se convierte en lo contrario de lo que se simula pretender. Esa supuesta verdad cristaliza en la perpetuación del conflicto.

El día en el que Al Jazira juegue a las verdades referidas a las dictaduras como Qatar aceptaremos sus documentos como animal de compañia. Mientras tanto, hay que asistir impotentes a la estética CNN de Al Jazira, como si fuese la televisión de un país democrático.

Muchos ciudadanos de los países árabes odian al mundo occidental porque consideran que Europa y Estados Unidos han pisoteado su mundo. El problema es que los líderes que dicen defenderles son hijos de aquellas colonizaciones y sus intereses son tanto o más espurios que los de las potencias occidentales. El problema es que se justifican dictaduras severas en nombre del enemigo exterior encarnado por el Estado de Israel. Sin el conflicto de Israel vivito y coleando, sus regímenes teocráticos podrían tambalearse.

Mientras Irán sigue siendo el malo oficial, los emiratos árabes abren sus puertas a las empresas de todo el mundo, se convierten en valedores del deporte internacional, se compran la camiseta del Barça para limpiarse las vergüenzas e invierten sus millones en el impío mercado occidental. Entretranto, y a través de su televisión de estéticacivilizada, orientan permanentemente su lanzallamas contra Israel , Europa y Estados Unidos. Fabrican intransigencia literal y terrorismo potencial.

Hace muy poco, Al Jazira despidió a cuatro mujeres por indumentaria y comportamiento pocoortodoxos. No es una cuestión menor, se trata más bien de un indicio categórico. Los palestinos no son solo víctimas del Estado de Israel (donde, por cierto, hay un 20% de ciudadanos musulmanes), sino esencialmente víctimas de las teocracias que dicen defender su causa cuando lo que persiguen es eternizar el conflicto allí y aquí. Yo qué sé...