Gente corriente

María del Mar Parres: "Los gatos me dan un motivo para no sentirme enferma"

Refugia a 52 felinos. Tiene sensibilidad química múltiple y huyó de Barcelona, lejos de los cigarrillos.

«Los gatos me dan un motivo para no sentirme enferma»_MEDIA_1

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NÚRIA NAVARRO

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Esta mujer guerrera es hija de María Ángeles Rivas, la líder vecinal que luchó en los años 80 contra el barraquismo en la Guineueta Vella. Aquejada de sensibilidad química múltiple, María del Mar Parres se instaló en Jerez y ha refugiado a 52 gatos.

-Creció a la sombra de una agitadora vecinal.

-Me crié sola, cuidando de mi hermano pequeño, en una barraca de 15 metros. No teníamos agua y había que acarrearla por la cuesta. A veces iba a visitar a mi madre a la cárcel, otras la veía salir disfrazada de vendimiadora rumbo a Rumanía. Estábamos tiesos de dinero. Y eso que Porcioles le ofreció tres casas a cambio de que dejara la lucha vecinal. Pero ella escribió una carta denunciando el soborno y yo la llevé a los diarios. Tenía unos 13 años.

-¿Asistió a la escuela?

-Fui becada al Isabel de Villena del paseo de la Bonanova y para pagarme la comida, servía en el comedor y fregaba en la cocina. Pero no tengo el concepto de haber sido pobre, sino de no haber tenido para comer.

-No sé si veo la diferencia.

-Mi madre no nos crió como pobres. Cobraba un subsidio de enfermedad y el primer día nos lo pateábamos en el restaurante chino de la calle de Ciutat, el único que había entonces. Comíamos aguacates con gambas y después si no había, no había. Así que yo puedo adaptarme a vivir de escándalo y a vivir con poco.

-Luego, ¿qué fue de su vida?

-Me casé, tuve a mi hijo, me fui a vivir a Huelva, tuve una floristería ambulante en Barcelona, hice publicidad para Ikea y Philip Morris, participé en una peliculita de Damiano Damiani con Carmen Maura, y estuve a punto de ser vedete del Molino, pero se murió la dueña y vendieron el local. Siempre he vivido la vida como una experiencia continua.

-Sin embargo, le boicoteó la salud.

-En Casablanca, donde pasé mis primeros años, me intoxiqué con un insecticida que llamabanla bomba. Así nació mi sensibilidad química múltiple, aunque no se manifestó hasta los 36 años. Al principio me hincharon a antibióticos y relajantes. Hasta que un médico descubrió que me hacía daño el cloro que lleva el papel del tabaco. Cuando combustiona, me provoca una infección en las vías respiratorias, pero también fibromialgia y colon irritable.

-¿Dejó Barcelona por eso?

-Sí. Primero estuve tres meses en Miami y me olvidé de que estaba enferma. Luego intenté montar restaurantes en República Dominicana, Costa Rica y Martinica. Iba buscando espacios abiertos... Hasta que fui a Jerez y me quedé.

-Encontró el aire puro que buscaba.

-Compré dos casas casi en ruina, las reformé y las convertí en un refugio para mí y los gatos. Empecé conBill Gates, y luego vinoJimmy CarteryBruce Lee.Después me quedé con los 17 gatos de una señora mayor que enfermó. Ahora tengo 52.

-¿Todos con nombres de celebrities?

SEnDSí.Céline Dionvino con sus cuatro hijos, tres negros y uno rayado. Al rayado le puseCamilo Sesto, y a los negros,Nelson Mandela, Martin Luther KingyBarak Obama. Y fíjese que la Céline Dion de verdad le ha puesto a su hijo Nelson Mandela. Y estánDenzel Washington, Nicole Kidman, Morgan Freeman, Ben Affleck, María del Monte...

-Y hay que alimentarlos a todos.

-Comen cinco kilos de pienso al día, y luego están la atención veterinaria y el mantenimiento de la casa. Pero yo cuido de ellos y ellos me dan un motivo para no sentirme enferma. Así que parezco Brigitte Bardot, que dijo: «Mi belleza y mi juventud se la he dedicado a los hombres y mi madurez y experiencia, a los animales».

-A la Bardot los vecinos la tienen por rara. ¿A usted?

-Al principio pensaban que era de ETA. Cuando lo de la T4, fui a comprar un pollo asado y unos niños me dijeron: «¡Asesina!». Simplemente porque estaba sola. Si alguno ha venido a molestar, me lo he comido. Pero ahora estamos en paz.

-Incluso quiere proponerles la creación de un santuario gatuno.

-Me gustaría que montaran un pueblo andaluz, con sus geranios, sus banquitos, la plazoleta, el bar, el gimnasio. La gente pagaría para verlos, como en Port Aventura. Y yo me iría a vivir con ellos sin problema.

-Oiga, ¿tanto felino no perjudica su salud?

-El pelo me afectaba mucho. Así que me las ingenié para fabricar un tejido que repele los pelos. No se puede arañar, admite lejía y se seca rápido. Tome nota, se puede adquirir a través de la web (www.twentycats.es).