Barcelona se supera

Barcelona está a punto de cerrar el mejor año turístico de su historia, con unos 14 millones de pernoctaciones y siete millones de visitantes, lo que supone una mejora del 8% con relación al 2009. La industria turística local hace un balance muy positivo de un año que se cerrará con un lleno casi total en los hoteles la noche del 31 de diciembre. La ciudad es la que mejor relación calidad/precio ofrece entre las capitales de Europa, un mérito que hay que atribuir en buena parte a sus hoteleros, que junto a la oferta cultural y la gastronómica han contribuido a formar un producto atractivo. Es cierto que en fechas como la de fin de año los hoteles ponen condiciones duras a sus huéspedes -un número mínimo de noches o la obligación de apuntarse a su reveillon, que siempre es carísimo-, pero también es verdad que han ajustado mucho las tarifas en los últimos años, lo que ha provocado una reducción de los beneficios en sus cuentas anuales.

Es una buena noticia para Barcelona y para Catalunya porque esta industria, intensiva en mano de obra, genera casi el 11% del PIB catalán. Por eso habría que buscar recursos con los que hacerla sostenible y compatible con el medio urbano en el que se desarrolla. El objetivo no es solo cuidarla para disfrute de barceloneses y visitantes, sino frenar al máximo la tendencia a ser el parque temático en que inevitablemente se transforman los centros históricos de las ciudades con más poder de convocatoria. Ese debería ser el fin de la tasa turística que Barcelona tendría que empezar a aplicar a los turistas que la visitan.