Revista de prensa internacional

A China no la para nadie

EEUU teme el creciente poder económico de Pekín

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CARLOS ELORDI

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Durante toda la semana pasada China ha sido asunto prioritario en la prensa internacional de referencia. Por la llamada guerra de las divisas -que, en sustancia, es una presión para que Pekín devalúe su moneda-, por el premio Nobel de la Paz concedido al disidente chino Liu Xiaobo, por el enfrentamiento entre China y Estados Unidos en la reunión preparatoria de la cumbre climática que tendrá lugar en Cancún el 29 de noviembre. Y también por la ola deantichinismoque atraviesa el debate político norteamericano.

«China se ha convertido en el chivo expiatorio de la campaña electoral para el 4 de noviembre», aseguraba este domingoThe New York Times basándose en este dato: en la última semana, 29 de los candidatos para el Senado, la Cámara de Representantes o el cargo de gobernador han centrado su publicidad televisiva en denunciar a sus rivales por ser complacientes con China. Para la derecha norteamericana y para algunos dirigentes demócratas, eso es pecado: porque para ellos las exportaciones chinas son las responsables de que el paro no baje en EEUU.

El influyente semanarioTimeno comparte esa opinión. Y justo el día en que se conocía queLiu Xiaobohabía ganado el Nobel salía a la calle llevando en la portada a un sonriente y sereno presidente chinoWen Jiabao y un artículo deFareed Zakariaque calificaba de demagógico y peligroso el acuerdo que congresistas demócratas y republicanos han firmado para castigar, con medidas proteccionistas, la inflexibilidad monetaria de Pekín. «China está invirtiendo masivamente en educación de alto nivel. Tiene cinco millones de universitarios. El peligro para Estados Unidos no son los zapatos y los juguetes chinos, sino que un día Pekín nos dispute la primacía mundial en los sectores de alta tecnología. Y eso no se impide con campañas», añadíaZakaria.

La idea de que una guerra ideológica con China no lleva a parte alguna también impregnaba el editorial queLe Mondededicó al galardón paraLiu Xiaobo. El diario francés no cree que las presiones externas vayan a lograr que Pekín avance un ápice en el camino de la democracia interna, sino que eso solo se producirá por iniciativa del régimen. Y que puede que ese proceso -a la manera china- empiece un día de estos.