DEFENSORA DE LA IGUALDAD

Mejor si no estamos gagás

Resulta que ahora los ricos quieren regalar sus fortunas. Los cambios de modelos pillan a las mujeres sin un consenso sobre sus iconos. Lo nuevo y sus símbolos irrumpen y nos hacen pensar.

Lady Gaga, en un mitin.

Lady Gaga, en un mitin.

EVA Peruga

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Si en algún rincón de su casa o, por pudor, de su armario conserva un póster deRosie the Riveter, con la leyenda¡Podemos hacerlo!, un sello deVictoria Kento incluso algún libro deAlexandra Kollontai,debería saber que las nuevas tecnologías y la televisión, que han sustituido a las corralas, proyectan nuevos iconos femeninos. ¿Son también iconos feministas?

Dos nombres:Belén EstebanyLady Gaga. Es para reflexionar. La madrileña y la neoyorquina han aparecido en septiembre en las portadas de la prensa seria, incluido EL PERIÓDICO, como reflejo de su popularidad y las derivadas de esta. El mensaje masivo, gracias a los medios utilizados, y desafiante respecto al poder, masculino, empequeñece los marcos teóricos clásicos, plasmados en las teorías enfrentadas sobre el nuevo feminismo o la definición de cómo es la mujer nada más arrancar el siglo XXI. Estos dos iconos, que lo son por su capacidad de influencia, llevan la actual marca de caducidad porque también los mitos y las referencias van y vienen en un trasiego imparable sin ortodoxia a la que encomendarse.

¿HACIA DÓNDE miran las mujeres?Lady Gagaejerce de fuerte imán, con el plus añadido de moverse en el mundo pop, históricamente dado a parir figuras veneradas por las inconformistas. Rompe con el molde femenino establecido, lo cuestiona y se escabulle de las definiciones y los comportamientos sexuales generales. No solo hablan sus canciones. Habla su gesto, su vestuario y su compromiso contra la ley de inmigración de Arizona y contra la discriminación de los homosexuales en el Ejército de EEUU (en la foto de esta página) y a favor de la igualdad entre sexos. Su proyección feminista se sustenta en un hacer independiente, lejos de la sumisión y, de momento, fiel a su independencia sexual respecto a los hombres.

A pesar de llevar tatuado un pedacito de un poema deRainer María Rilke, se desconoce el alcance de su formación intelectual. Respecto a la feminista, algunas de sus declaraciones la orientan hacia posiciones favorables a las mujeres y sus derechos. Pero toda ella ejerce hasta tal punto que, en los diarios --también enThe Wall Street Journal-- y en la red, se debate sobre su condición de icono y sobre el negocio que mueve. Recibe elogios de un sector y críticas como la deCamilla Paglia, de verbo provocador. Para esta feminista,Lady Gagaes el ídolo de «una generación de analfabetos de voces atrofiadas» y una mujer «sexualmente disfuncional». Pero a la triunfadora de los premios MTV Video Music también se la puede ver entroncada en la filosofía deMichel Foucault. Sin barreras.

¿Qué es, entonces, un icono? En la cultura popular, un símbolo. Los detractores deLady Gagaaseguran que su discurso está tan prefabricado como susperformances. Pero fascina a muchas mujeres, de generaciones distintas y preparación diversa. Para ellas, representa la liberación, más allá de la sexual. Ella es el mensaje. Igual queBelén Esteban. Por eso, los voluntarios para difundir ese mensaje son legión.

Identificar a la estrella mediática como un icono está a merced del debate entre las corrientes feministas, entre los defensores de la igualdad y entre las mujeres, en su conjunto, para las que estavíctimase convierte en heroína y modelo a seguir. Los intangibles cada vez son más. ¿Puede avanzar la igualdad con un patrón femenino único, con paradigmas estancos?

LA CUESTIÓN ya se ha planteado en otras ocasiones. Ustedes que leen periódicos y miran la televisión sabrán exactamente en qué puntosEstebanles conecta con ese mundo real que se libera como puede y que resulta esperpéntico por la crítica social que carga. Sin complejos.

Nadie recuerda a lamujer nueva que intentó esbozarKollontai. Una más en un mar de modelos sin rumbo fijo varias generaciones y variasguerrasdespués. Como decían ayer: «Lo personal es político». Y, según se las ve, parece queLady GagayEsteban están en ello.