La entrevista Meritxell Obiols, Experta en inteligencia emocional

Meritxell Obiols: "En las comidas de Navidad, sé asertivo"

Recomienda no hablar de temas espinosos en las reuniones familiares de estas fiestas y cultivar la empatía hacia la suegra.

Meritxell Obiols: "En las comidas de Navidad, sé asertivo"_MEDIA_1

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GASPAR HERNÀNDEZ

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--¿Qué podemos hacer cuando intuimos que una comida de Navidad será conflictiva?

--A padres y madres, yo les recomiendo que se hagan tres preguntas: en primer lugar, cómo les gustaría que sus hijos recordaran las Navidades vividas en familia.

--Muy bien. ¿La segunda?

--Qué recuerdo les gustaría que sus hijos conservaran de ellos en relación con estas fiestas.

--¿Y la tercera?

--Cómo contribuirán esta Navidad a hacer posible que esta visión se haga realidad.

--¿Aprendiendo de los errores del pasado?

--Es bueno aprovechar los aprendizajes de Navidades anteriores y saber en qué temas podemos profundizar y cuáles conviene desviar porque son susceptibles de controversia.

--¿Se trata de ser hipócritas?

--Se trata de hablar de los temas que generan más conexión entre los comensales y no entrar en polémica.

--¿Por qué no entrar en polémica?

--Porque alguien se enfadará y quizá pierda los papeles. Y la Navidad, a mi entender, no es época para discutir en la mesa; ya habrá otros momentos. En las comidas de Navidad, habla en positivo de los temas que te hagan sentir bien y sé asertivo.

--¿Y si nos cae mal la suegra?

--Nos puede caer mal por diferentes razones: porque es pesimista, le pone peros a todo o lo critica todo, pero se trata de entender el motivo que la impulsa a actuar a su manera. En algunos momentos, personas que nos resultan desagradables, en realidad tienen necesidad de reafirmarse. Tenemos que entender que, desde su forma de ser, lo que hacen y dicen es normal. Para comprenderlos es necesaria una competencia emocional llamada empatía.

--Exactamente, ¿qué es empatía?

--Ponerse en el lugar del otro pero no desde mí, como si yo estuviese en su lugar, sino como si yo fuera él o ella. Si somos capaces de empatizar bien con la persona, comprendiendo sus creencias y su forma de razonar, acabaremos comprendiendo por qué hacen lo que hacen y dicen lo que dicen.

--La agresividad de muchas personas no es nada personal.

--Exacto. En el momento que vemos que es algo suyo, que su mal humor no tiene nada que ver con nosotros, dejamos de vivirlo como un ataque personal y nos relajamos. Y cuando al otro le decimos, con la mirada, "está bien cómo eres", el otro lo percibe. Se trata de hacerle sentir aceptado y no un bicho raro, diga lo que diga y se comporte como se comporte. A nadie le gusta sentirse un bicho raro.

--¿Cómo es una persona asertiva?

--La persona asertiva es capaz, incluso, de enfadarse amorosamente. La asertividad nos permite expresarnos de una forma directa, honesta y respetuosa. Se trata de demostrar que nos respetamos a nosotros mismos y a los demás. Yo tengo derecho a ser respetado y tengo el deber de respetar a los demás.

--La asertividad es un arte.

--Pero la persona tiene que querer ser asertiva. La asertividad no deja de ser un aprendizaje de habilidades de comunicación. Supone un punto de equilibrio entre la firmeza y la amabilidad.

--Ni agresivo ni pasivo.

--Se trata de ser auténtico, pero no de cualquier manera. Para ser sincero, no hay que ser cruel. Uno puede ser sincero y decir las cosas con delicadeza. Pero la asertividad no es la mejor opción ni en cualquier momento ni con cualquier persona: hay que discernir en qué momento toca ser asertivo, y cuándo es mejor que no.

--Las sobremesas largas y el alcohol no ayudan.

--La excesiva confianza nos puede llevar a tener que marcar límites a un comensal.

--¿Cómo?

--Actuando de forma asertiva y diciéndole a aquella persona que ese no es el tema para tratar en este momento.

--Coger las riendas de la situación.

--Sí. Es necesario tener el coraje de saber parar a tiempo determinadas conversaciones espinosas. Por ejemplo, si yo sé que mi pareja, si habla de política, acabará discutiéndose con otro comensal, tengo que decirle cómo me he sentido otras veces y expresarle claramente qué conducta espero de él o de ella.

--¿Son artificiales los buenos sentimientos navideños?

--Quizá sí, pero bienvenidos sean. Gracias a la Navidad nos reunimos, nos sentamos en la misma mesa, y charlamos con tiempo y de forma distendida.

--¿Si damos amabilidad, recibiremos amabilidad?

--Suele suceder. En general, aquello que das desde la honestidad, te regresa de vuelta.