ESCAPADAS DE IDA Y VUELTA

Playas exprés: huye de la ciudad en bañador

No hace falta ir muy lejos para encontrar un sitio donde plantar la sombrilla en cualquier momento

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David Torras

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Barcelona redescubrió el mar en el 92 y, desde entonces, la arena ha ido ganando terreno hasta componer un paisaje envidiable a los pies de su renovado 'skyline' . Pero hace tiempo que la playa sufre la invasión de una especie imparable. En cuanto el sol aprieta, miles de termitas humanas avanzan hacia el mar atraídas por ese objeto que no ven muy a menudo en su tierra.

Ese rito de adoración tan extendido entre la población 'guiri' convierte la Barceloneta y alrededores en latas de sardinas embadurnadas con aceite. Así que hay días en que es mejor salir a dar una vuelta. No hace falta ir muy lejos. Aquí al lado hay unas cuantas playas a las que te puedes escapar en cualquier momento.

PLAYA DE EL PRAT

Copas y música

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Una de las playas alternativas a las de Barcelona más populares. De hecho, ese es uno de los problemas los fines de semana donde se corre el riesgo de quedarse sin aparcamiento. Y eso que es zona azul. Así que toca pagar. Pero más de uno se ha encontrado con la carretera cortada y dando media vuelta ante el overbooking. Dejar el coche en la zona gratuita, junto al mirador donde se colocan los fotógrafos 

caza aviones, implica una larga caminata. Una buena opción antes de saltar a la arena es dar una vuelta (a primera hora, eso sí) por los Espais Natural del Delta del Llobregat.

La playa tiene carácter familiar. Hay también una zona más estrecha y protegida por las rocas íntegramente nudista. Uno de sus grandes encantos es la fila de chiringuitos que la adornan y que funcionan día y noche. Así que una buena opción es acercarse a última hora de la tarde y, después de un baño y acompañado por la puesta de sol, quedarse a picar algo y tomar unas copas con buena música, muchos días con actuaciones en directo y sesiones de DJ.

Si buscas más tranquilidad la encontrarás en la zona más próxima al camping 3 Estrellas, el único superviviente en un territorio donde se concentró una nostálgica lista: el Filipinas, la Tortuga Ligera, la Ballena Alegre, el Albatros, el Toro Bravo o Cala Gogó. En La Pineda no se puede acceder en coche (solo pueden pasar bicis y motos) y hay que andar un poco. Pero merece la pena. Hay días que puedes sentirte como si estuvieras en una playa (casi) desierta

CALA MORISCA

Naturista

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Un rincón muy especial en medio de las costas de Garraf, justo después de otra playa con encanto: Les Casetes. Cala Morisca es una pequeña cala, escarbada en el acantilado, y que queda rodeada por una finca particular, una situación muy singular. El acceso público, a pie por las rocas, es complicado. La entrada habitual por la propiedad privada (con garita y barrera) implica un aparcamiento de pago (unos 10 euros entre 6 y 7 horas), pero también toda una serie de comodidades muy valoradas por un público fiel. La limpieza de la playa (la repasan cada día a mano) y del agua en general (tiene un color espléndido), el chiringuito y la libertad de poder ir como cada uno quiera.

«Hace más de 20 años que dijimos que esta era una playa naturista porque venía gente de toda clase, nudista y 'textil'. Para nosotros es una manera de decir que cada uno pueda ir como se sienta más cómodo. Aquí nadie mira cómo van los demás», explica el encargado Ferran Llobet. Cala Morisca tiene una larga historia que se remonta por lo menos hacia 1850. «Era como una parada y fonda para los viajeros –añade–. Después, cuando se construyó la fábrica de cemento, Vallcarca creció como un pueblo y esto era la zona de recreo». Y lo sigue siendo. De lo más tranquila.          

CALA DE L'HOME MORT

Gay nudista

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La bandera arco iris que ondea en el chiringuito es toda una declaración de principios y define el público que la frecuenta. Es uno de los paraísos gais que aparece en todas las guías. De hecho, hay quien asegura que es la primera cala gay nudista del mundo y que se remonta a los años 30. Hay carteles que lo recuerdan aunque, tal vez, sea solo una leyenda. Pero mantiene ese aire casi de culto entre los fieles.

Envuelta por alcantilados, se accede por un sendero que se toma después de la discoteca Atlántida (donde se puede dejar el coche) por debajo de la vía del tren. Son dos playas (Home mort y Platja de Roses) casi contiguas, separadas por las rocas, que comparten el carácter nudista y que conforman una vista imponente. Hay más piedras que arena y de ahí que las tumbonas sean más que recomendables.

PLATJA DE LLEVANT

Para perros

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Lo que empezó como una prueba piloto del Ayuntamiento de Barcelona (no sin polémica) se ha consolidado: los perros tienen su playa particular. Pueden campar a sus anchas sin malos rollos ni tensiones, y sin vulnerar la normativa que limita su acceso a las playas durante la temporada de baño (los fines de semana de abril a octubre y durante el periodo del 1 de junio al último domingo de septiembre).

En esta zona del Llevant, la única restricción es el aforo limitado (100 perros) y la obligatoriedad de la identificación con microchip, todo supervisado por un veterinario y varios informadores ambientales. Se trata de un espacio de 1.250 metros cuadrados (los usuarios han reclamado sin éxito más zonas a lo largo de la costa) por el que el año pasado desfilaron más de 13.000 perros. Se ha instalado una fuente adaptada y duchas especiales para los canes, además de extremar la limpieza tanto en la plaza como en los alrededores

BADALONA

Familiar

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Badalona no siempre ha vivido abierta al mar. Ahora, lo hace de par en par a lo largo de una larga extensión de playa que transcurre paralela a un paseo encantador, lleno de vida y que merece la pena descubrir. Junto al exitoso L’Estupendu (situado en unos antiguos baños y que triunfa tanto por su situación como por lo que sirven, en especial, los arroces), conviven restaurantes de siempre, entre un ir y venir de gente que se desborda cuando el sol va cediendo.

Con el Pont del Petroli marcando el paisaje (aunque estará cerrado todo el verano por unas obras de reparación después de meses de retraso), la playa acoge a todo tipo de público, aunque predominan las familias.

Hay también una zona nudista que ahora también ha quedado afectada por las obras de un colector dañado. El acceso a la playa de la Mora (conocida como Chernóbil junto a las tres chimeneas y mayoritariamente gay) esta cerrado y, de hecho, los vecinos llevan semanas protestando ante el temor a que no se llegue a recuperar la playa. En la del Coco la convivencia entre nudismo y 'textil' se mantiene aunque el exalcalde Albiol frunza el ceño.

MONTGAT

Deportiva

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Junto al encanto que mantiene el pueblo y los recuerdos de los tiempos en que los baños a pie de playa acogían a muchas familias barcelonesas (solo quedan dos, Virgen del Carme y Emporium, aunque no con el carácter original), Montgat tiene una de esas playas para todos los gustos. Eso sí, cada vez es más difícil escapar de la masificación que supone estar a tiro de la T-10 y que ha empezado a cautivar a una especie hasta ahora poca vista por ahí: turistas en busca de alojamiento. 

Montgat siempre ha sido territorio deportivo. De hecho, pasa por ser una de las cunas del voleibol cuando las pistas sobre la arena eran obras artesanas. Ahora, está en auge otra modalidad (el tenis-playa) que se ha convertido casi en un signo de distinción. Pero también acoge a muchos amantes de la vela (el Club Marítim es una buena escuela) y practicantes de otros deportes de agua (surf, paddlesurf, kite surf), además de contar con un 'wake park'. Por algo será la sede del primer wavegarden de España, una gigantesca piscina de olas para hacer surf que debería ponerse en marcha la próxima primavera.

Hay otra atracción mucho más sedentaria pero muy sugerente, declarada patrimonio inmaterial: la subasta de pescado. Es la única cantada que está abierta al público (13.00 h.). Así que los madrugadores pueden disfrutar de unas horas de playa con cierta tranquilidad y volver a casa con algo fresco.

PLATJA DE LA MURTRA

Nudista

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Hay quien no habla de este lugar ni a sus amigos. Lo guarda como un secreto, temeroso de que corra la voz y pierda su encanto. A más de uno habría que torturarle para que soltara la ubicación, aunque inevitablemente ha ido de boca en boca y ha aumentado la concurrencia.  Pero mantiene cierto aire reservado. Sant Pol, territorio de muy buenos chiringuitos, esconde algunos rincones que quienes los conocen querrían que desaparecieran de cualquier mapa.

Para muchos La Murtra es una de las playas nudistas más puras del litoral barcelonés ya que se practica desde hace muchos años. Situada a los pies del barranco junto al que discurren la carretera y el tren, tiene la compañía de otra pequeñas calas donde sí puedes llegar a sentirte prácticamente solo.

Siguiendo la carretera, después de pasar el Faro de Calella, hay otra playa para disfrutar: Les Roques. Es un desplegable de cuatro calas (Rocapins, La Vinyeta, Roca Grossa, Cal d’en Pere, esta nudista) especialmente atractivas por  el entorno.