ESTOY EN LONDRES

London Shell Co: saborear ostras a bordo de un restaurante flotante

Rodeado de agua y sin chubasquero. Navegar por los canales es otra forma de descubrir la ciudad

BARCA-BAREl London Shell Co, amarrado en Sheldon Square, recorre por la noche el Regent's Canal sirviendo copas y platos de pescado.

BARCA-BAREl London Shell Co, amarrado en Sheldon Square, recorre por la noche el Regent's Canal sirviendo copas y platos de pescado.

BEGOÑA ARCE

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Londres posee un sistema de canales centenario, que afortunadamente se ha ido limpiando y renovando, salvándolo en algunos casos de la decrepitud. Así ha ocurrido en la zona de los antiguos Docklands, los muelles de antaño, o en Canary Warf, hoy la monumental nueva sede de los negocios de la City. La capital posee alrededor de 100 kilómetros de canales, algunos tan concurridos y animados como los que atraviesan Camden, con bares y chiringuitos, o los más reposados de Little Venice, también populares por su belleza. A la orilla de estas vías fluviales se puede pasear, hacer deporte, montar en bicicleta o simplemente sentarse a tomar una cerveza. También se pueden recorrer en el 'waterbus', las barcazas que cubren varios trayectos y son una gran atracción.

100 kilómetros de canales

Es ahora, cuando llega la primavera, el mejor momento para descubrir los canales o incluso pasar la velada en un restaurante flotante que combina un minicrucero con una aceptable experiencia culinaria. El London Shell Co es una barcaza de color azul cielo, inaugurada el pasado año, elegante y bien acondicionada, después de tres décadas dedicada al transporte. A la hora del almuerzo permanece amarrada en Sheldon Square, una zona de comercios y oficinas con fácil acceso, al lado de la ajetreada estación de tren de Paddington. A la hora de la cena, inicia un viaje de ida y vuelta por Regent's Canal. Entre la clientela hay foráneos y locales, tentados por esta forma apacible de descubrir Londres: desde un ángulo diferente y especialmente agradable cuando los días son largos y el clima, más benigno.

La idea del restaurante flotante en pleno centro de la ciudad se les ocurrió a dos hermanos, Harry y Leath Lobek, cansados al parecer de sus respectivos trabajos. Harry ejerce de sumiller y además de la lista de cócteles, ofrece una carta de vinos cuidada, en la que en ocasiones no falta algún caldo del Priorat, con el énfasis en los espumosos ingleses, que quieren competir con el champán. El menú está especializado en pescados, -algo que no abunda en Londres- y en platos de caza, cuando es temporada. Una de sus referencias obligadas son las ostras de la bahía de Morecambe, siguiendo la tradición de otros restaurantes de pescado como RulesJ Sheekey y Wheelers.

Los botes en los canales son también vivienda de una cierta bohemia que ha ido aumentando a medida que lo hacían los precios de la propiedad. Existen 2.000 puntos de amarres disponibles para 3.000 barcos, lo que significa que muchas de estas casas flotantes deben cambiar de emplazamiento a menudo.