ESTOY EN BERLÍN
Una ciudad alternativa dentro de Berlín
Holzmarkt25 es un proyecto cultural con aires de protesta que demuestra que una gran ciudad puede crecer sin vender su alma
Carles Planas Bou
Periodista
Periodista tecnológico entre el mundo digital y la política internacional. Centrado en capitalismo de plataformas, IA, vigilancia y derechos digitales. Excorresponsal en Berlín durante más de cuatro años, cubrió los gobiernos de Merkel, la crisis de los refugiados y el auge de la extrema derecha. También ha trabajado en Europa Central y en Canadá. Graduado en Periodismo por la URL y máster en Relaciones Internacionales por la UAB. Ha colaborado con TV3, TVE, Deutsche Welle, Catalunya Ràdio, El Orden Mundial o El Salto.
CARLES PLANAS BOU
Cae la tarde en Berlín. El sol empieza a esconder la cabeza y sus reflejos tiñen de dorado el río Spree. En la orilla oriental, la misma brecha traumática que hace poco más de 26 años partía la capital alemana en dos bloques antagónicos es ahora un punto de unión de gente diversa de todo el mundo que celebra la cultura como inspiración. Holzmarkt25 es un proyecto único y peculiar, una especie de pueblecito alternativo dentro de Berlín en el que cada rincón parece la entrada a un mundo nuevo.
Construido a base maderas y materiales reciclados o de segunda mano, en los 12.000m2 de este microcosmos berlinés conviven un teatro, sala de cine y de conciertos, circo de acrobacias, mercadillos, enfermerías, bares y restaurantes, un coworking, peluquería e incluso una guardería donde dejar a los niños mientras sus padres van de fiesta a Kater Blau, uno de los clubs más prestigiosos de Berlín anexo a sus instalaciones. Una ciudad paralela y autosuficiente sin barreras en la que los comercios colaboran y se ayudan entre sí.
ALTERNATIVA Y PROTESTA SOCIAL
Holzmarkt25 representa también un oasis en medio del caos berlinés, una metrópolis alternativa escondida entre bloques de madera y vegetación que crece en paralelo a un paisaje urbano cada vez más consumido por las grúas y el ladrillo, símbolo de la galopante especulación urbanística y gentrificación de la ciudad. Y es que lejos de lo que pueda parecer a ojos del turista, este es un proyecto con gran implicación social.
Hijo del Berlín hippie, transgresor y reivindicativo, Holzmarkt25 se alzó originalmente como alternativa a la incursión del mercado capitalista que estaba convirtiendo el centro en una zona de lujo. En ese mismo terreno estaba antes el Bar25, uno de los clubs electrónicos más míticos y decadentes de la poderosa escena nocturna berlinesa, pero en 2010 cerró las puertas después que los promotores quisieran construir una zona residencial. Los vecinos protestaron y tras acuerdos entre las partes y con la clase política un colectivo encabezado por los antiguos jefes del Bar25 relanzaron Holzmarkt25.
Ahora, a medio camino entre los cada vez más elitizados barrios de Friedrichshain, Kreuzberg y Mitte, este proyecto pretende ser un espacio acorde a la escena alternativa berlinesa, un remanso limpio con el medio ambiente y justo en el plano social que llama a abrazar la música electrónica, el arte y el amor libre. El Holzmarkt25 prueba que naturaleza, cultura y economía pueden ir de la mano y que una gran ciudad puede crecer sin vender su alma.
- Muere Itxaso Mardones, reportera de Gloria Serra en 'Equipo de investigación', a los 45 años
- Hacienda te devuelve 300 euros si tienes un hijo menor de 25 años y 900 si tienes dos: así tienes que ponerlo en la declaración de la renta
- ¿Llamadas que cuelgan? Así son las robollamadas, la nueva táctica de spam telefónico
- La querella del novio de Ayuso se admitirá a trámite pese a la campaña del fiscal para que sea rechazada
- El cabecero de madera de Ikea que se ha convertido número uno en ventas por su precio y facilidad de montaje
- Adiós a los cajones de la cocina: la solución con perchas que puedes colocar en cualquier parte
- La mitad de los nuevos trabajadores indefinidos o son despedidos o renuncian al cabo de un año pese a la reforma laboral
- Sondeo elecciones Catalunya: Los catalanes prefieren a Illa como president y puntúan mejor a Aragonès que a Puigdemont